Segundo largometraje como director del actor Edward Norton, tras “Más que amigos” (2000), que ya contaba con un extraordinario reparto. Esta vez se rodea de Bruce Willis, Alec Baldwin, Willem Dafoe, Leslie Mann y Bobby Cannavale, entre otros. Y se supera en conjunto al elegir, para su adaptación, la excelente novela homónima de 1999 con la que el activista de izquierdas y escritor Jonathan Lethem ganó el premio nacional de la crítica de los EEUU y el Gold Dagger. Norton acierta al trasladar la acción a los años 50, pues el complejo entramado de personajes es muy clásico y recuerda al guion de Robert Towne para “Chinatown” (1974).

Delante de la cámara también se luce como un detective que sufre el síndrome de Tourette, con constantes tics gestuales y en el habla, lo que dificulta su trabajo. El caso que investiga, y que le lleva a darse cuenta de que no conoce su barrio natal tan bien como creía, está motivado por el asesinato de su mentor, dueño de una agencia de investigación ilegal.