Txisko FERNÁNDEZ

El reparto del estrés en la atención primaria

Las zonas básicas de salud son las que han gestionado, de forma presencial o telemática, la mayoría de los más de 23.000 casos de Covid-19 registrados hasta el momento en Euskal Herria, hayan sido derivados luego a centros hospitalarios o a tratamiento domiciliario. Y el personal de atención primaria está encargado de seguir alerta en la desescalada.

Así se ha previsto en Hego Euskal Herria, donde estas zonas se corresponden con los centros de salud públicos (ambulatorios) en los que se distribuye la población siguiendo criterios de densidad y proximidad. Mientras en gran parte de Araba y Nafarroa las zonas básicas (que, además del ambulatorio, incluyen varios consultorios) abarcan varios municipios, en las ciudades y las localidades de más de 20.000 habitantes únicamente cubren un distrito o barrio.

En Ipar Euskal Herria el modelo es totalmente distinto, ya que la atención primaria se canaliza a través de los despachos médicos particulares. Este es uno de los factores, junto a la falta de transparencia del Gobierno francés, de que en esta crisis resulte tan difícil obtener una visión precisa sobre la evolución de la epidemia en el norte del país. Por eso hay que echar mano de los datos del conjunto del departamento de Pirineos Atlánticos: con unos 675.000 residentes –alrededor de 310.000 en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa–, solo contabiliza 243 casos. Por tanto, su tasa de contagios es de 0,36 por cada 1.000 habitantes.

Una tasa que se halla muy lejos de las de los herrialdes del sur, aunque aquí las diferencias también son muy notables: destaca Gipuzkoa con menos de 4 casos por cada 1.000 habitantes (3,93); cifra que casi duplica Nafarroa (7,51) y sí lo hace Bizkaia (8,28); y que triplica de largo Araba (13,41).

Focos grandes y pequeños

Volviendo a la escala básica, en conjunto son los centros de salud de Gasteiz los que más estrés han sufrido. Como se observa en la tabla anexa, los de San Martín (ubicado entre la Avenida, Mendizorrotza y Ariznabarra) y Olaguibel (en el Ensanche) son los que más pacientes con coronavirus acumulan. El de San Martín (675 casos) está muy cerca del Hospital de Txagorritxu y el de Gazalbide (449), prácticamente enfrente.

No obstante, la zona alavesa con la tasa más alta es la de Trebiñu, ya que los 43 casos de contagiados oficialmente residentes en los dos municipios del enclave suponen 23 por cada 1.000 habitantes para una población real de 1.848.

Con menos casos que en los ambulatorios de Gasteiz pero con una tasa más alta, puesto que atienden a una población mucho menor, destacan el de Azpilagaña, en Iruñea, y el de Tafalla, que engloba gran parte de Orbaibar.

También se halla en Nafarroa la zona básica con la tasa más alta, la de Artaxoa, que incluye a los municipios de Berbinzana, Miranda Arga y Larraga, sumando unos 4.200 habitantes. Por eso, los 150 contagios se traducen en 35 por 1.000.

En el caso del de Tafalla, una corta excursión de jubilados en autobús hasta Lizarra ha sido el factor que lo ha colocado en el ránking destacado en estas páginas, en el que también aparece el de Ariz, en Basauri, uno de los municipios por donde el virus circuló más rápidamente y sin control en la primera fase de la epidemia.

Entre las tasas más altas también están varias de las zonas de Bilbo, como el Casco Viejo, La Merced-Miribilla y Txurdinaga, y otras de Iruñea, como Donibane y el Segundo Ensanche.

Donostia reproduce la baja proporción de Gipuzkoa, con un ejemplo tan llamativo como el de Amara Berri, cuyo centro de salud es el que atiende al número de residentes más alto del país, más de 35.000, y tan solo contabiliza 92 casos, lo que da una tasa de 2,62 por 1.000.

Estos datos corresponden a los pacientes asignados a cada centro básico, al margen de que tanto Osakidetza como Osasunbidea procedieran a reorganizar la zonificación de la atención primaria cuando, a finales de marzo, la oleada del coronavirus cogió más fuerza y algunas zonas estaban al límite.