Rondaba la medianoche del martes cuando en el debate electoral de ETB-2 la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, le preguntó al del PNV por qué había renunciado al derecho a decidir. Iñigo Urkullu se encogió de hombros. Ya por la mañana, entrevistado en la cadena Ser, el lehendakari sostuvo que, aunque las encuestas prevén que más del 60% de los votantes en las elecciones del 12 de julio apoyarán a opciones abertzales, no ve en el electorado «una afección militante al independentismo». Y aseguró que vivimos «en un contexto internacional donde ya es evidente que el modelo es el de las cogobernanzas» y «en el que nadie es más soberano».

Añadió Urkullu que «en la segunda década del siglo XX, uno podía pensar en el principio de las nacionalidades y los Estados-nación, y yo creo que ese modelo ya no existe». Estas palabras contrastan con lo ocurrido durante el estado de alarma, en el que el lehendakari se quedó prácticamente sin funciones ante la pandemia.

Pese a todo, ayer insistió en la necesidad de «acuerdos amplios» para profundizar en el autogobierno vasco.

Otegi ante la Torre Olaso

Por su parte, para el acto electoral de la mañana de ayer, Arnaldo Otegi eligió un lugar cargado de simbolismo con la intención de reafirman el compromiso de EH Bildu con el derecho a decidir de Euskal Herria. El coordinador general de la federación de izquierdas soberanistas, acudió a la casa natal de Telesforo Monzón, en Bergara, acompañado de la «número dos» por Gipuzkoa, Nerea Kortajarena; José Luis Elkoro, histórico del Grupo de Bergara, y el ex diputado general Martín Garitano. Desde allí, constató que en este momento «el PNV lo lideran aquellos a los que no les gustaba Lizarra ni tan siquiera el Plan Ibarretxe» y lamentó que la formación jeltzale «ha enterrado cualquier posibilidad de entendimiento estratégico entre abertzales».

El coordinador general de EH Bildu recordó que Monzón, «uno de los máximos referentes del abertzalismo y un referente del PNV durante la República y la guerra del 36», fue consejero y amigo de José Antonio Agirre, «de pequeños jugaban en estos jardines y su amistad duró hasta el final». Además, apuntó que «la capilla ardiente de Agirre se instaló en la casa de Telesforo Monzón en Lapurdi».

«Ellos pensaban –explicó Arnaldo Otegi– que en la unidad abertzale y desde la unidad abertzale era donde había que construir, entre otras cosas, la liberación y la independencia de este país». Lamentó que los líderes jeltzales «renuncian a la independencia, porque Urkullu dice que está desfasada».

Ejemplos en Ayuntamientos

Otegi contrapuso las maneras de actuar de EH Bildu y PNV: la «marca EH Bildu, primero el país y luego el partido» frente a la «marca PNV», que antepone siempre sus siglas.

Puso el ejemplo de que «en Gipuzkoa, donde [los jeltzales] se llaman soberanistas, entregaron las alcaldías de Andoain y Pasajes al PSE» a pesar de que en ambos municipios EH Bildu es la primera fuerza. Por el contrario, «nosotros expulsamos a Maroto de Gasteiz y Araba y facilitamos el acceso del PNV a la Alcaldía de Gasteiz, lo mismo que hicimos en Laguardia y Bastida», recordó.