El Ibex no pudo consolidar su posición sobre los 7.000 puntos, nivel que recuperaba el pasado martes y reforzaba al día siguiente completando una racha de tres sesiones en verde. Hoy abrirá con 6.957,60 después de ceder un 1,16%. El mismo tono pesimista se extendió por el resto de Europa: París retrocedió un 0,98%; Fráncfort, un 0,54%; Milán, un 1,32%; y Londres, un 1,32%.

Los inversores se encontraron con informaciones positivas que ayudaron a contrarrestar el jarro de agua fría echado por el Banco de Inglaterra al colocar a finales de 2021 la recuperación del crecimiento previo a la pandemia. Entre ellas, se destacaron los pedidos de bienes duraderos en Alemania y las peticiones semanales de desempleo en Estados Unidos. En el primer caso, se rompieron los pronósticos de forma holgada con una subida del 27,9% en junio, muy por encima del 10,4% previsto. También se acogió bien, a pesar de mostrarse todavía cifras históricas negativas, que las peticiones de subsidio por desempleo se quedaran en 1,19 millones, frente a 1,41 millones esperadas.

Este último dato y la posibilidad de un acuerdo entre republicanos y demócratas para un nuevo programa de estímulos ayudaron a contener las caídas en Nueva York, que había enlazado cuatro días de subida. Al cierre de las bolsas europeas, el Dow Jones y el S&P 500 bajaban menos de un 0,30%, mientras que el Nasdaq 100 presentaba ganancias, apuntando hacia nuevos máximos históricos.

En el Ibex, todos los grandes valores registraron pérdidas, con Telefónica (-3,92%), Repsol (con -3,66%) y BBVA (-2,33%) a la cabeza. Iberdrola, que bajó un 0,14%, se ha hecho con el 52,75% de las acciones de Infigen Energy. Solamente Amadeus, Naturgy y Aena evitaron los números rojos.