«En Euskal Herria, en particular, la insumisión tuvo un éxito singular. En el Estado español tuvo éxito, pero aquí, por un lado había una tradición de organización política y, por el otro, el componente nacional. Yo mismo fui insumiso, y para mí servir al Ejército español, a cualquiera, pero sobre todo al español por todo lo que representaba, me asqueaba», cuenta Lander Garro un día después de que el documental que ha dirigido, ‘Bi urte, lau hilabete eta egun bat’, se estrenara oficialmente en los cines Golem de Iruñea y unas horas antes de que la sesión de Bilbo colgara ayer el cartel de sold out.

‘Bi urte, lau hilabete eta egun bat’ es un «proyecto colectivo» que trata del movimiento insumiso en Euskal Herria, de su componente político, pero, «lo que quizás es más importante», destaca Garro, del componente emocional. Sin pretensión alguna de dar lecciones, la película guarda un mensaje que para su director es fundamental en estos tiempos en los que vivimos «una gran crisis de conciencia» en el sentido de la lucha y de la política que va más allá de las siglas de los partidos. «Tenemos que tener el convencimiento de que las cosas puedan cambiar», es el mensaje.

Aunque la película recuerda y «celebra» el movimiento insumiso de Euskal Herria, parte de Iruñea, de la cárcel de San Roque, que fue derribada en 2012. Fue la cárcel en la que hubo más insumisos. «Cuando comenzó el movimiento de la insumisión, pilló por sorpresa al Gobierno español, ya que hubo mucha gente que se unió al movimiento. A la hora de aplicar las leyes había mucha ambigüedad, a algunos jueces les costaba enviar a tantos jóvenes a la cárcel. Pero los jueces navarros fueron especialmente crueles. Los insumisos navarros fueron un colectivo muy perseguido y ellos fueron los que empezaron a plantarse: el Estado enviaba insumisos a la cárcel, pero enseguida pasaban a tercer grado, y solamente tenían que ir a dormir. En Nafarroa, decidieron negarse a ir de noche para obligar al Estado a que los mantuviera presos sin el tercer grado», cuenta Lander Garro.

Fue en San Roque, además, donde entraron con cámaras varios insumisos que estuvieron presos años atrás, antes de que derrumbaran el complejo, y tomaron el «testimonio gráfico» del lugar. Fernando Mendiola y Jaxinto Gómez Viniegra, dos de los seis insumisos protagonistas del documental, se encontraron en la celda en la que estuvieron cautivos, y «Jaxinto llora», dice Garro: «La imagen me atrapó».

Estos documentos en vídeo fueron el aliciente del director para grabar ‘Bi urte, lau hilabete eta egun bat’, que se podrá ver en L'Atalante Zinema de Baiona el día 10 y en la Casa de Cultura de Gaztelu, el día 11.

Declaraciones

«El movimiento era antimilitarista y su objetivo era acabar con el Ejército, pero era más urgente buscar una solución al problema del servicio militar obligatorio»

«Hemos grabado la película desde una perspectiva feminista. Y creo que se hace justicia a la importancia que tuvo la mujer en esta lucha»