Joseba ITURRIA
Vuelta

Ion Izagirre agradece la lluvia y el frío en Formigal

El guipuzcoano entró en el club de ganadores de etapas en las tres grandes.

Ion Izagirre sumó ayer la victoria en la sexta etapa de la Vuelta con final en Formigal a las logradas en 2012 en el Giro y en 2016 en el Tour, al ser el más fuerte de la fuga numerosa que se disputó la victoria. Se vio beneficiado por la ayuda de su hermano Gorka y por el frío y la lluvia, que los dos agradecen como pocos ciclistas. Las condiciones meteorológicas fueron claves también en la lucha entre los favoritos porque Primoz Roglic tuvo problemas con la ropa de abrigo y Richard Carapaz le sacó 43 segundos en la meta y le arrebató el maillot rojo de líder.

La etapa se decidió en una fuga de 23 corredores en la que entraron los hermanos Izagirre y Julen Amezketa. Gorka demostró sus dotes de bajador con frío y con lluvia en el descenso de Cotefablo para dejar a sus compañeros de escapada y sacarles rápido 45 segundos y eso permitió desgastar a los rivales y a Ion ir tranquilo por detrás. Gorka fue atrapado a 6,6 de meta por los más fuertes de la fuga y trabajó después para Ion, que atacó a falta de tres kilómetros sin que nadie le siguiera.

Así aventajó en la meta en 25 segundos a corredores del nivel de Michael Woods y Rui Costa, mientras que Gorka Izagirre entró noveno, a 53, detrás de Hugh Carthy, que sorprendentemente fue el mejor de los favoritos.

Ineos y Movistar trabajaron duro en la parte final de la etapa en la bajada de Cotefablo, en la que sufrió Roglic, y en la última subida a Formigal, que marcó más diferencias de las esperadas. Richard Carapaz sacó 28 segundos a Dan Martin, 43 a Primoz Roglic, 46 a Esteban Chaves y 48 a Mikel Nieve y Enric Mas.

En la general el ecuatoriano es el nuevo líder, Hugh Carthy, Dan Martin y Primoz Roglic están en medio minuto y Enric Mas queda ya a 1:07. Gorka Izagirre y Mikel Nieve acabaron la primera semana entre los catorce mejores de la general.

La jornada de descanso será hoy en Gasteiz, donde mañana se disputará la séptima etapa por carreteras vascas con final en Uribarri Gaubea tras dos subidas al duro puerto de Orduña, la segunda a 19 de meta.

«Es una satisfacción»

Ion Izagirre, que entró a última hora en el equipo Astana tras recuperarse de las fracturas de clavícula derecha y del tercer metacarpiano derecho sufridas en una caída en el Tour, se mostró feliz en la meta: «Es una satisfacción tener etapas ganadas en las tres grandes. Ha sido un día muy complicado con el tiempo que hemos tenido. Sabíamos que mañana era día de descanso y hemos salido a por todas».

Sobre la ayuda de su hermano Gorka comentó que «ha sido una fuga numerosa. Había equipos con tres corredores y Gorka se ha lanzado para abajo, ha cogido unos segundos y yo iba guardadito. En algún momento me he quedado cortado, pero las fuerzas me han ayudado y gracias a Gorka, que me ha dado la calma y me ha facilitado las cosas, he podido rematar. Faltaban tres kilómetros, los más duros. La etapa ha sido durísima, todos íbamos muy justos, he visto incertidumbre y he decidido darlo todo hasta la meta».