Hay que partir de que dentro del género “slasher”, el director Christopher Landon no lo tenía difícil para superar a “Feliz día de tu muerte” (2017) y su continuación “Feliz día de tu muerte 2” (2019), por lo que el primer objetivo ya está conseguido con creces. Por otro lado, al ser la oveja negra de la familia Landon, ya que es hijo del santón y otrora líder del cine cristiano Michael Landon, se ha juntado con malas compañías, y por tales me refiero a todo un ser diabólico de la producción como Jason Blum, que mantiene su pacto infernal convirtiendo en taquillones sus mínimas y tacañas inversiones. En “Este cuerpo me sienta de muerte” (2020) se ha gastado cinco escasos millones de dólares, que le han dado para contratar a una estrella de Hollywood de la talla física de Vince Vaughn, a sabiendas de que es de los que no les importa reírse de sí mismo.

En cuanto a parodia del terror adolescente no decepciona y, tal como cabía esperar, sigue las pautas marcadas por el maestro Wes Craven en la saga “Scream” (1996), sin que falten los divertidos y esperados efectos especiales de humor gore. Pero donde sorprende es en el juego que le saca a la ya tan manida modalidad del “intercambio de cuerpos”, en función del guiño que el título original de “Freaky” hace a “Freaky Friday” (2003), en la que la consabida permuta de identidades era cosa de Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan. La gracia está en que aquí la transmutación se produce entre un asesino adulto y una colegiala, lo que da lugar a situaciones muy equívocas e incorrectas.

El colmo de la ambigüedad se lo lleva la escena en la que el novio de la protagonista está sentado en la parte trasera del coche abrazado al rudo cuerpo masculino que ésta ocupa, y que recuerda a la mítica de la lancha entre Jack Lemmon y Joe E. Brown en “Con faldas y a lo loco” (1959). Ahora bien, el secundario más embromado es el profe de la clase de carpintería.