Sorprende que una obra supuestamente científica y que se pretende canónica arranque con un pasaje de la novela “Patria” de Fernando Aramburu y una defensa de libro frente a quienes la han criticado o ¿habría que decir que han osado criticarla? Según José Antonio Pérez Pérez, coordinador del volumen, «salvo excepciones», esas críticas «proceden de un determinado sector político, situado en el entorno del autodeterminado tercer espacio, con cierto predicamento en el mundo académico vasco».

Cabe recordar que en el mundo político de Euskal Herria, esa denominación de tercer espacio se ha referido al sector que no estando de acuerdo con la estrategia de la izquierda abertzale tampoco comulgaba con las prácticas del Estado y exploraba vías intermedias de resolución del conflicto. Sabiendo que a uno de los dos sectores, el independentista, no le ha interesado el libro de Aramburu por prejuzgarlo tendencioso desde un inicio, y viendo que ese «tercer espacio» también lo ha criticado, solo queda un extremo político y social que, según Pérez Pérez, ha visto ese relato como lo que, según él, realmente es: el «retrato de una sociedad muy concreta en un pueblo de la Euskadi profunda, dominada por el silencio y el terror». Un sector «capaz de poner caras, nombres y apellidos a los personajes. A las víctimas y a los perpetradores. También a los delatores que formaron parte de la trama que sostuvo el terrorismo durante décadas en el País Vasco».

Pocas veces se ha sido tan claro en la presentación de un trabajo oficial sobre quién está equivocado y quién tiene razón sobre nuestra propia historia y vivencias. Está equivocada la mayoría social que conforman dos de esos tres espacios mencionados, y quien está en posesión de la verdad absoluta es alguien que desde 1985 reside en Alemania y al que se aplaude sobre todo desde fuera de Euskal Herria.