Mikel AGINAGALDE
GETXO
Entrevue
JOKIN ARESTI
IñAKI BITXITEGIA (ALGORTA)

«Pienso que los próximos años serán mejores sí o sí»

Tanto el comercio como la hostelería siguen sin poder recuperarse del golpe que han supuesto las restricciones para hacer frente a la pandemia. Y cuando todo parecía indicar que este verano podríamos volver a la normalidad, el aumento exponencial de los brotes no ha hecho sino aumentar la incertidumbre y el miedo entre las y los profesionales de estos sectores que acusan ya un desgaste sicológico muy importante, aunque nadie tira la toalla y esperan poder recuperar, más pronto que tarde, la marcha habitual.

Ha pasado un año y medio desde que se desató la crisis sanitaria y la consiguiente crisis económica. A pesar de que parece que la fase más traumática ya ha pasado, seguimos, aún a fecha de hoy, sin poder recuperar la normalidad. ¿Como han afrontado en la joyería Iñaki esta situación?

La verdad es que más o menos como todo el mundo; es decir, con mucha precaución y cautela. Hemos tratado siempre de ser rigurosos con el tema de la limpieza y la higiene, y creo que hemos estado a la altura en ese aspecto. Asimismo, hemos cumplido escrupulosamente el resto de medidas de seguridad que nos han requerido de diferentes instancias gubernamentales, como son los aforos, las distancias… Al fin y al cabo, la situación nos ha exigido actuar con cuidado; sin miedo, pero con mucho respeto.

La sociedad ha vivido durante un largo periodo una situación extraordinaria. ¿Cuáles han sido los mayores escollos a superar en el día a día de su negocio?

Seguramente, la mayor dificultad que hemos tenido ha sido el conseguir convencer a la gente de que nuestro establecimiento era un lugar seguro, y que este cumplía todas las medidas sanitarias exigidas. Hemos percibido cierto recelo en la gente a la hora de acceder a la tienda, pero han sido precisamente los clientes los que han sido los más respetuosos, y han cumplido en todo momento con todas las pautas de seguridad.

A la crisis sanitaria le ha seguido un impacto económico de consecuencias negativas todavía impredecibles. ¿De que manera ha afectado este hecho al sector de la joyería?

Lo cierto es que, más allá de pequeñas diferencias, nuestro sector también se ha visto perjudicado por el golpe que ha supuesto la crisis. Seguramente no hayamos sufrido tanto como el sector de la hostelería, pero sí que hemos padecido el daño económico. Sin embargo, también es verdad que hemos tenido el apoyo del Ayuntamiento de Getxo, así como del Gobierno Vasco, instituciones que nos han ayudado de diversas maneras dentro de lo que han podido, cosa que el pequeño comercio ha agradecido ampliamente, y la cual valoramos de forma muy positiva. No solo eso, sino que el trato que hemos recibido por parte de dichos organismos ha sido fantástico y exquisito, además de que yo creo que han sabido estar a la altura de las circunstancias.

El futuro se vislumbra incierto, y es difícil saber hacia dónde vamos ¿Hay motivos para ser optimistas?

Los tiempos están cambiando. Eso es algo evidente. Sin embargo, la verdad es que yo, personalmente, soy optimista de cara al futuro. Han sido, digamos, dos años muy duros y difíciles para todos, pero creo que la situación mejorará y que nos iremos levantando poco a poco, a medida que nos vayamos librando y olvidando de todo este tema de la pandemia. Pienso que los próximos años serán mejores sí o sí.