Esta ola se está caracterizando por una subida muy rápida a cotas que no casi se veían desde la primera onda. La bajada, por el momento, se está dando de forma mucho más lenta. Vista en perspectiva a 14 días, se aprecia un descenso sólido en el nivel de contagios diarios. El reflejo del descenso en la ocupación de los hospitales no está siendo matemático, sino que se ve algo difuminado porque la ola arrancó en gente muy joven (que soporta mejor la infección) y en la actualidad los contagios se han dispersado a otros grupos.

Sin embargo, si se atiende a otros indicadores, las cosas no van bien. El R0 sigue por debajo de 1 en la CAV (significa que la epidemia remite), pero en los últimos días la ratio está subiendo y se acerca a esa cifra. Lo mismo está sucediendo en Nafarroa, cuya IA a 14 días desciende con respecto a hace dos semanas, pero cuya mejoría no se aprecia de forma tan clara con respecto a la semana pasada.

Además, la ola actual está marcada por la sucesión de brotes muy numerosos que pueden surgir en cualquier momento. La tendencia de descenso, por lo tanto, parece bastante frágil.