Joseba ITURRIA
DONOSTIA
REAL

Anoeta se rinde ante Silva y le pide que siga tras otra lección magistral

El canario dio en su partido 900 como profesional hasta cinco pases de gol a Sorloth y Kubo, que aprovechó su cuarta opción para abrir el marcador. Barrenetxea marcó al final el segundo tanto en un triunfo que permite llegar al parón con mejores sensaciones.

David Silva fue capaz de dar la asistencia del primer gol mientras perdía el equilibrio.
David Silva fue capaz de dar la asistencia del primer gol mientras perdía el equilibrio. (Gorka RUBIO | FOKU)

La Real se reencontró con la victoria en un encuentro que tuvo como gran protagonista a David Silva en su partido 900 como profesional, con un nuevo Anoeta que se rindió ante su enésima lección magistral con una gran ovación y una petición unánime para que siga un año más.

El canario reiteró que es el jugador determinante en esta Real y no hay más que ver los puntos que suma con él y los que no consigue cuando está de baja. La mala racha ha coincidido con su lesión y ayer se notó que cuando está bien todo es más fácil, aunque tuvo que dar cinco pases de gol a Sorloth y Kubo para que el japonés, en el cuarto caramelo que recibía del canario, abriera el marcador en el inicio del segundo tiempo.

En el primero se comprobó la dependencia en el juego de ataque realista del canario -al margen de las cuatro opciones que dio la Real solo tuvo un tiro de Brais que se fue fuera por poco y un remate de Zubeldia tras un saque de esquina que tampoco encontró la portería- y la falta de gol que tiene el equipo en esta fase de la competición tras perder Sorloth la confianza que mostraba hace unos meses. Kubo también necesita demasiados remates para marcar y Brais, aunque va a más, no es el jugador decisivo del comienzo de temporada.

La Real agradeció la frescura que aportó Aihen Muñoz, que discutió con una muy buena primera parte los pocos minutos que ha tenido en los últimos meses. Illarra también entró en el once en sustitución del sancionado Merino y cumplió como siempre mientras que la entrada de Kubo por Oyarzabal fue la tercera variación con respecto al once del jueves. El japonés tuvo mucho dinamismo y poco acierto en el remate hasta que marcó en la opción más difícil desde la izquierda sin mucho ángulo tras un buen movimiento que Silva interpretó a la perfección para pasarle mientras se caía.

Al canario no le bastó con su recital de pasador y quiso marcar un gol al pedirse el lanzamiento de una falta directa que en condiciones normales habría ejecutado Brais. Le faltó poco para marcar un gol en un remate al poste tras un centro de Andoni Gorosabel antes de recibir la mayor ovación en mucho tiempo en Anoeta y una súplica para poder disfrutar un año más de su fútbol.

A FALTA DE LA SENTENCIA

A la Real le faltó sentenciar el partido antes. Controló el juego y consiguió que el Elche no pusiera a prueba a Remiro hasta los últimos minutos en dos remates de Gumbau desde fuera del área, pero el 1-0 permitió a Boyé tener la opción de empatar con un disparo que desvió el portero navarro.

Esta vez los cambios aportaron y Guevara y Barrenetxea entraron muy bien en el partido, con una buena acción individual del donostiarra que culminó con un disparo que entró pegado al poste de la portería de Edgar Badía para poder disfrutar de los últimos minutos con tranquilidad.

Lo más importante es que la Real respondió bien tras el desgaste y la decepción del jueves. No es fácil competir así tres días después, a pesar de jugar contra el colista. La Real creó ocasiones suficientes para golear y por lo menos cumplió con el objetivo de ganar.

Imanol reconoció tras el partido que era vital cortar la racha negativa antes del parón de selecciones en una jornada en la que habían ganado los rivales directos en la lucha por las cuatro primeras plazas. La Real sigue a tres puntos del Atlético, tercero, y mantiene tres de ventaja al Betis, quinto, y siete al Villarreal, que será el próximo rival el 2 de abril en el Estadio de La Cerámica.