David MESEGUER (BAGDAD)
VEINTE AÑOS DE LA OCUPACIÓN LIDERADA POR EEUU

Pieza a pieza, Irak se recupera del doble expolio arqueológico

Los museos vuelven a exhibir obras expoliadas durante la invasión de EEUU y el califato del Estado Islámico. Debido a la situación de seguridad y estabilidad, grupos de investigación arqueológica han regresado a Irak para excavar. Bagdad reclama a una institución española la devolución de 339 piezas de la era sumeria.

Esculturas de la época asiria en el Museo Nacional Iraquí.
Esculturas de la época asiria en el Museo Nacional Iraquí. (David MESEGUER)

En la entrada del Museo Nacional Iraquí, el alboroto y los juegos de decenas de estudiantes de Primaria y Secundaria, contrastan con la seriedad de los «gorilas» provistos de pinganillos que velan por la seguridad de una comitiva de la OTAN. La confluencia de ambos grupos crea una atmósfera extraña: mientras muchos adolescentes son ajenos al vigésimo aniversario de la invasión liderada por EEUU y representan el futuro, el séquito de militares y diplomáticos remite a la ocupación y la posterior colaboración internacional en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS).

«Habitualmente no hay tanta presencia de estudiantes, pero esta semana tenemos más afluencia que nunca porque las escuelas están aprovechando los días previos al ramadán», explica a GARA Nail, un joven bagdadí de 30 años que trabaja como guía del museo. «La instalación se reabrió al público hace un año gracias a la actual situación de seguridad y estabilidad», detalla este joven que estudia francés en la universidad y es autodidacta en cuanto a sus conocimientos de Historia. Desde 2009, el museo, que acoge sobre todo restos arqueológicos de las épocas babilónica, asiria, árabe y otomana, permanecía cerrado para evitar los asaltos de manifestantes.

RECUPERAR LAS PIEZAS EXPOLIADAS

«Bandas de ladrones iraquíes y saqueadores extranjeros se aprovecharon del caos de la invasión y la ausencia de ley para robar miles de piezas y venderlas en el mercado negro», señala Ali Obeid Shalgam, director general de Antigüedades del museo. «El expolio siguió durante los años de máxima actividad del Estado Islámico. Los terroristas profanaron el 95% de los vestigios de la región de Mosul para destruir, y sobre todo vender, miles de piezas arqueológicas», destaca en un despacho sin ordenador, mientras no para de firmar documentos que le colocan sin cesar sobre el escritorio.

Ali Obeid asegura que, aunque existe una estimación de las piezas robadas, es difícil cuantificarlas porque antes de 2003 había registros de las piezas catalogadas en los museos, pero no de los vestigios arqueológicos exteriores. «A nivel del patrimonio nacional, hasta 2020 se habían recuperado cerca de 22.000 piezas expoliadas esparcidas por el mundo», subraya.

Entre el patrimonio expoliado recientemente devuelto destaca la Tabla del Sueño de Gilgamesh, una pequeña tablilla de arcilla de 3.500 años de antigüedad que relata con escritura cuneiforme una de las primeras epopeyas de la historia. Este semidiós y rey de la ciudad mesopotámica de Uruk, buscaba la inmortalidad y su escrito incluye la primera alusión al diluvio universal. Robada de un museo en 1991, durante la primera guerra del Golfo, llegó a EEUU en 2007, según acreditó la Unesco. Siete años más tarde la compañía especializada en arte Hobby Lobby la adquirió por 1,7 millones de dólares para exponerla en el Museo de la Biblia. En 2019 una corte de Nueva York obligó a la firma a devolverla y desde otoño de 2021 está en el Museo Nacional Iraquí.

Del patrimonio que aún reclaman las autoridades iraquíes, destacan las 339 piezas de la era sumeria compradas por la española Real Academia de la Historia (RAH) en 1999 y que, afirman, abandonaron Irak de forma completamente legal. La RAH sostiene que la adquisición de estos restos arqueológicos de origen mesopotámico se hizo en una casa de arte de Londres cumpliendo la legalidad en todo momento. Las conversaciones entre los ministerios de Exteriores de Bagdad y Madrid se han repetido en los últimos años, pero el Estado español se enroca en la legitimidad de la compra de las piezas y mantiene que no tiene vinculo alguno con el expolio de Irak.

NUEVOS HALLAZGOS

«Debido a la seguridad y la estabilidad, grupos de arqueólogos de Alemania, Italia y EEUU han regresado a Irak para excavar. Gracias a ellos ha habido nuevos hallazgos que ya descansan en nuestros museos», confirma Ali Obeid.

Para recuperar el patrimonio expoliado, cuyo origen sitúa en la época del Imperio otomano, primero, y del mandato británico, después, cree que «la Ley de Patrimonio y Arqueología, así como la creación en 2005 de una unidad policial especializada han sido fundamentales». A nivel exterior, también resalta la colaboración entre las embajadas iraquíes y los Gobiernos locales, junto con la Unesco y la Interpol.

«Ahora necesitamos turistas extranjeros que puedan disfrutar de nuestros tesoros arqueológicos. Por eso, tenemos un plan estratégico para hacer accesibles al turismo todos los sitios catalogados por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad», concluye Ali Obeid.