Convocados por ELA, USO, LAB, UGT, CCOO y ESK, trabajadores del sector de ambulancias se manifestaron ayer entre el Hospital de Txagorritxu y el Gobierno de Lakua, en Gasteiz, para denunciar el bloqueo que sufren en las negociaciones del convenio.

Según afirmaron los sindicatos convocantes, en 2022 y 2023 los profesionales del transporte sanitario de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa han sufrido una importante pérdida de poder adquisitivo, en concreto del 12%, ya que tienen las tablas salariales congeladas desde 2011.

Durante este tiempo han mantenido «numerosas» reuniones con la patronal, que argumenta que Lakua «no aporta el dinero suficiente» para poder subir los sueldos de los trabajadores. Sin embargo, los sindicatos denuncian que la patronal «ha recibido una inyección extraordinaria de nueve millones y un aumento en la financiación para próximos años de un 30%».

Asimismo, recordaron que tienen una jornada más larga que el personal de la misma área de Osakidetza: 120 horas diarias y 265 horas nocturnas más. Por ello, denuncian que para el próximo concurso de transporte sanitario urgente Lakua ha pactado con las empresas aumentar la financiación mientras que el convenio laboral del sector está bloqueado.

Los sindicatos recordaron que se trata de un servicio subcontratado que el Gobierno de Iñigo Urkullu adjudica a las empresas privadas del sector por precios que rondan los 100 millones de euros al año.