Arantza FERNÁNDEZ DE GARAYALDE y Petxo IDOIAGA
En nombre de la fundación Hitz&Hitz
KOLABORAZIOA

Jose Luis Longarte

Muchas personas recordarán a Jose Luis Longarte en Bizkaia por la lucha en los astilleros navales de Euskalduna, por el sindicato USO, por la Pastoral Obrera en la que tuvo un papel relevante o por el movimiento vecinal. Para nosotras y nosotros Jose Luis se convirtió en compañero habitual a partir de la década de los 90.

El propio Jose Luis contaba con mucho detalle en 2018, en la despedida a nuestro compañero Jose Ramon Castaños «Troglo», la impresión que le causó este cuando se presentó en los primeros 90 con la propuesta de hacer trabajo conjunto en torno a la lucha contra la pobreza. No sé si alguna vez le contamos a él la impresión que nos causó su presencia y la de muchas personas a las que él fue capaz de embaucar para la aventura, personas a las que nunca habríamos llegado por nuestros propios canales, para las que Jose Luis Longarte era un referente claro y fiable. En seguida se convirtió en un referente para todo el movimiento.

En el año 1995, la plataforma Gogoa agrupaba a gente de la izquierda soberanista vasca y de organizaciones cristianas de base y desarrolló contactos con numerosas organizaciones para promover una Iniciativa Legislativa Popular.

La red que se creó fue amplia y variopinta: organizaciones feministas, vecinales, asistenciales, sindicatos, grupos cristianos, culturales... ¡hasta curas hubo allí!

La recogida de firmas para la primera ILP que conocimos movilizó a miles de personas, en julio del 97 presentamos 87.000 firmas en el Parlamento Vasco avalando una iniciativa que recogía propuestas encaminadas a dar un giro a la política laboral y social del Gobierno Vasco, para que favoreciera la creación y el reparto del empleo y el reparto del trabajo y de las rentas. La dedicación, la entrega, el trabajo de Jose Luis en todo ello fue impresionante.

El proyecto fue admitido a trámite, inició su recorrido institucional con no pocos encontronazos entre quienes promovieron la ILP y quienes debían gestionarla y, finalmente, desembocó en la Ley 10/2000 de 27 de diciembre, de Carta de Derechos Sociales, que supuso un avance respecto a lo que había hasta entonces en materia de coberturas sociales y de jornada laboral en la administración, si bien quedaba muy lejos de lo que pretendíamos (y pretendemos).

Aquellas movilizaciones terminaron, pero Longarte se quedó. Durante 30 años, su presencia en nuestra vida militante ha sido una constante, tanto en Ezker Gogoa como en Hitz&Hitz fundazioa, hemos compartido con él la actividad de Hitz&Hitz en el Foro Social Permanente, en la reivindicación de los derechos democráticos y nos ha aportado su conocimiento y experiencia, y también su esfuerzo militante en los trabajos más grises y menos lucidos, su dignidad y una coherencia parecían impregnar todo su entorno. Ha sido una suerte poder contar con él, y un privilegio que nos haya acompañado mientras le ha quedado un aliento de vida.

Lurra arin dakizula! ¡Que la tierra te sea leve, Jose Luis!