EDITORIALA

Osakidetza debe reforzarse, sin excusas

No es posible un debate serio sobre ningún tema que afecte a la ciudadanía vasca si los responsables políticos no aceptan los problemas. Y la clase política tiene muy poco encaje para las críticas. Eso les lleva a un negacionismo que choca con la percepción social de los problemas. Esto sucede por ejemplo con la Ertzaintza, con EiTB, con el TAV, con la crisis energética y, por supuesto, ocurre con Osakidetza.

A estas alturas, la disonancia entre los discursos de los responsables de Osakidetza y la vivencia de la ciudadanía es irreconciliable. Ha habido momentos en los que la consejera Gotzone Sagardui y sus equipos no han tenido más remedio que aceptar los problemas de atención, pero luego no actúan en consecuencia. El sistema público de salud se resiente. Y la ciudadanía se topa con los problemas en los ambulatorios, en las consultas, en los hospitales. Donde tienen recursos no tienen profesionales, porque han sido incapaces de calcular las necesidades y de retener talento. Donde no tienen personal no hace las inversiones necesarias y los recortes devienen en desmantelamientos progresivos. Mientras, la sanidad privada puede elegir en qué invertir, puede competir en servicios y en salarios porque tiene garantizado que se queda con lo rentable y el resto es para lo público.

En el caso de los Puntos de Atención Continuada (PAC), el problema no es que los representantes del PNV digan ahora que para ellos «no es un problema que solo haya personal de enfermería en los PAC». Por supuesto que el personal de enfermería está cualificado para asumir las funciones que hagan falta dentro de un sistema bien organizado. Precisamente, parte del problema es su clasismo, que esos responsables no valoran en su justa medida la labor del personal sanitario, que lo utilizan como recorte, no como reconocimiento. Como no aceptan que tienen problemas, las soluciones que proponen no son honestas. Por eso, los dirigentes del PNV y PSE acaban como ayer en el Parlamento de Gasteiz, negándose a reforzar los PAC, sin tener en cuenta la opinión de los y las profesionales ni los intereses de los y las pacientes.