La elección de Ipar Euskal Herria como «territorio comprometido con la vivienda» fue interpretada por la Mancomunidad Vasca como un respaldo gubernamental claro a su política para hacer frente a un problema social de primer orden.

El programa estatal elegía, el pasado febrero, a 22 territorios hexagonales, marcando el objetivo global de promover en tres años 30.000 nuevas viviendas. Y entre los seleccionados figuraba el territorio al que representa la Mancomunidad Vasca.

La institución de Ipar Euskal Herria defendió, con vistas a obtener ese label, un total de 24 proyectos, de ellos más de la mitad destinados a aumentar el parque de viviendas sociales. La iniciativa se centrará en localidades de la zona tensionada, y en las que se aplica la ley relativa a la solidaridad y a la renovación urbana o SRU.

Los efectos del plan se dejarán sentir concretamente en los siguientes municipios labortanos: Angelu, Azkaine, Biarritz, Baiona, Bidarte, Bokale, Donibane Lohizune, Hendaia, Mugerre, Senpere y Urruña.

De ahí que un buen número de alcaldes tomara parte en la ratificación del plan, la pasada semana, en Baiona.

OBJETIVOS Y CIFRAS

Cinco meses después de su presentación en París, el contrato de «territorio comprometido con la vivienda» era así oficializado, mediante una firma en la sede de la Mancomunidad Vasca. Y fue en ese acto, desarrollado el 18 de julio, en el que se conoció que el Estado aportará un total de ocho millones de euros.

Por recordar. La Mancomunidad Vasca, que se marca el objetivo de construir 3.000 nuevas viviendas, de las cuales casi el 60% tendrán carácter social, solicitó 24 millones de euros al Estado francés para la construcción de esas viviendas y una partida complementaria de otros 9 millones para cubrir las necesidades de equipamiento público.

El prefecto de Pirineos Atlánticos, Julien Charles, defendía en la ceremonia de ratificación del acuerdo que esa subvención de ocho millones otorgada a Euskal Herria es «la mayor ayuda a nivel nacional»..

Lo cierto es que solo alcanzará para sufragar una cuarta parte del importe de las operaciones previstas, una cantidad muy por debajo de la esperada. La elección de Ipar Euskal Herria para el programa «territorios comprometidos con la vivienda» fue presentada por Jean-René Etchegaray como «una victoria política». Sin embargo, el compromiso estatal no parece que vaya a estar totalmente a la altura.

Con todo, las instituciones vascas y los organismos sociales implicados en el programa prefieren destacar los beneficios que se derivarán de ese aumento, en el corto plazo, del parque de viviendas en municipios con una fuerte demanda habitacional.

ELOGIO A LOS AVANCES

Para Roland Hirigoyen, vicepresidente de la Mancomunidad Vasca encargado de Vivienda, esos 24 proyectos «son ejemplares» por varias razones, entre las que cita «la diversidad del público al que se dirigen, los criterios de calidad urbana y ambiental, y el control de los precios de salida».

Las promociones, algunas de ellas ya en proceso de construcción, se situarán en su mayoría «cerca de los lugares de trabajo y los centros educativos, y se contempla que estén también bien comunicadas por transporte público», añade el representante institucional, citado por “Mediabask”.

De esas 3.000 viviendas previstas 2.053 serán sociales. y 435 se clasificarán como «muy sociales», porque se destinarán a los hogares con ingresos más modestos. Finalmente, algo más de 200 se destinarán a estudiantes, tratando así de compensar la penuria de alojamientos a la que se enfrentan los jóvenes que buscan alojamiento en torno a los centros de estudios superiores en Ipar Euskal Herria.

Algunos de esos estudiantes, caso de los futuros ingenieros que se preparan en la escuela Estia de Bidarte, han debido de recurrir en los últimos años a alternativas que dan qué pensar, al tener que vivir, en ciertos casos, en bungalows ofertados por campings de la zona de Biarritz.