Raimundo FITERO
DE REOJO

Ya lo sabía

Antes de que tu mirada me confirmara que me querías, ya lo sabía, cantaban en los veranos del desarrollismo franquista. Ahora el desarrollismo turístico está en entredicho, las canciones del verano duran menos que un euro de pipas y la casi totalidad de políticos exhibidos en parihuelas, especialistas en política USA y tertulianos piratas ya sabían que Joe Biden iba a renunciar a ser candidato. Lo cierto es que un domingo por la tarde en plena canícula parece un momento poco propicio para el acomodo de emociones, impulsos y reflexiones. Y más tratándose de un asunto que puede tener un alcance todavía imprevisible. La actual vicepresidenta, Kamala Harris es la señalada por el renunciante como su sucesora, pero no acaba de estar claro si en el Partido Demócrata están todos de acuerdo con esta opción. Debe pasar por una convención y una proclamación como candidata. Puede haber otras cabezas de cartel escondidas, de ser Kamala, se necesita alguien que complete el ticket electoral y como he escuchado decir a alguien, la salida de Biden no soluciona casi nada, sino que ahora empiezan los problemas reales, porque el entorno de Trump ya ha declarado que le parece más fácil de ganar Harris que el dimisionario.

Estamos atentos a nuestras pantallas como casi siempre, los que ya lo sabían se sienten muy ufanos, pero los que esperábamos algo inconcreto nos quedamos con una sensación de vacío. ¿Seguirá como presidente o renunciará también? Duda razonable. Hay que acomodar todos los engranajes para sobrevivir en estos días inciertos sin chocar con la realidad.