Iberdrola incrementó en el primer semestre de 2024 su beneficio neto un 64%, hasta los 4.133,9 millones de euros, frente a los 2.520,7 millones del mismo periodo de 2023, y mejora su previsiones para el conjunto del año, hasta situar el crecimiento del beneficio neto en el doble dígito, excluidas plusvalías por rotación de activos, lo que apunta a unas ganancias récord.

La eléctrica informó ayer a la CNMV de los resultados obtenidos en el primer semestre, en el que el beneficio neto se ha visto impulsado por la venta de activos en México y un mejor desempeño operativo.

Según detalló, la operación de venta de activos en México se cerró en un importe superior a los 5.400 millones de euros, con unas plusvalías de 1.165 millones de euros después de impuestos registradas en la cuenta de resultados del semestre.

SUBE EL DIVIDENDO

Además, la compañía, que ha aumentado la remuneración al accionista un 11,4%, hasta los 0,558 euros por acción con cargo a los resultados de 2023, ha alcanzado ya el suelo del dividendo de 0,55 euros por acción fijado en su plan estratégico, y prevé que suba hasta una horquilla de entre 0,61 y 0,66 euros por título en 2026.

Iberdrola obtuvo un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 9.613 millones de euros en el primer semestre del año, un 27% más, aunque excluida la plusvalía de México, que contribuye al Ebitda con 1.717 millones de euros, y la recuperación del déficit de tarifa en Gran Bretaña, crece un 9%, hasta los 7.897 millones de euros.

La cifra de ventas de la compañía disminuyó un 13,8% en el semestre, en el que la multinacional eléctrica realizó unas inversiones récord, de 5.276 millones de euros, un 16% más que en el mismo periodo del año anterior.

La eléctrica, que registró en el primer semestre de 2024 su máximo histórico en producción renovable, destinó un 56% de las inversiones en este periodo a EEUU y Gran Bretaña, un 19% a la península Ibérica, un 15% a Latinoamérica y un 10% a otros países de Europa y a Australia.

El grupo ha incorporado 3.100 megavatios nuevos de renovables, superando los 43.400 megavatios en todo el mundo. Además, en los últimos doce meses, la compañía ha instalado uno 800 megavatios eólicos marinos, lo que supone un incremneto del 60% respecto al mismo periodo del año anterior.

La deuda financiera ajustada se situó en 45.153 millones de euros y se redujo en 2.679 millones respecto a diciembre de 2023. La liquidez de la compañía se sitúa en 21.700 millones de euros.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, anunció la mejora de previsiones para 2024, hasta situar el crecimiento del beneficio neto en el doble dígito, desde los 4.803 millones de euros de 2023. «Creo que las inversiones que estamos haciendo en redes y renovables van a generar nuevos retornos, habrá precios más altos, también un incremento en la demanda y unos mejores tipos de interés», dijo.