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GASTEIZ

Denuncian a una residencia de Gasteiz por «maltrato» a usuarios y allegados

En la residencia Arabarren de Gasteiz, pública pero de gestión privada, se vive una situación de maltrato, según han denunciado familiares de los residentes. Desde comentarios despectivos a desparición de prendas, pasando por recortes en plantilla, pañales y comida. En Laudio un residente ha recibido una propuesta de sanción de 800 euros.

Arabarren abrió en enero de 2023 y, según Zaintza Araba, «se vendió como un hotel de lujo».
Arabarren abrió en enero de 2023 y, según Zaintza Araba, «se vendió como un hotel de lujo». (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

Testimonios de familiares de las personas residentes en el centro Arabarren de Gasteiz han revelado importantes deficiencias en el servicio con efectos sobre la salud. Los allegados denuncian hematomas sin aclarar, calor excesivo en las habitaciones que ha obligado a hospitalizar a al menos una de las residentes, caídas de la cama, falta de pañales o pérdidas de ropa, entre otras situaciones alejadas del mínimo estándar exigible.

Arabarren, instalada en el barrio de Lakua con capacidad para 150 personas, abrió sus puertas en enero del pasado año con una fórmula de gestión público-privada y definida como el puntal de un nuevo modelo residencial. Es pública, pero es la Corporación Mondragon quien la gestiona a través de la empresa Krean.

Desde la asociación de apoyo a personas dependientes Zaintza Araba, lamentaron ayer que la situación en esta residencia, que «vendieron como un hotel de lujo», se parece «al guión de una película de terror». Además, aseguraron que Gorka Urtaran, diputado alavés de Políticas Sociales, es conocedor de la situación.

En concreto, las familias denuncian hematomas y heridas «que nadie sabe ni cómo ni cuándo se han producido»; comentarios despectivos e irrespetuosos; errores en la medicación; desaparición de prendas; planes de atención individualizada (PAI) con «grandes errores»; 29 grados de temperatura por la noche en las habitaciones; menos cambios de pañales; y menos yogures.

Respecto a la plantilla, según los familiares un porcentaje «muy alto» no es profesional y se cubren los ratios legales pero no los necesarios para garantizar una buena calidad asistencial. Han revelado que hay ocasiones en las que una auxiliar de noche de una unidad tiene que ir a otra planta dejando a un número «importante» de usuarios solos. Encima, está previsto reducir la plantilla de tres a dos auxiliares por cada 25 residentes. «¿Qué cuidados van a dar?», preguntan al respecto.

«Estas pinceladas de lo que se vive en Arabarren son un sutil reflejo del maltrato que están sufriendo tanto usuarias como familiares y allegadas, a lo que hay que unir comportamientos fuera de lugar, como hacer llegar cartas anónimas a familiares, que están creando una ansiedad insufrible», resumió ayer Zaintza Araba.

Por su parte, EH Bildu ha presentado distintas iniciativas en las Juntas Generales de Araba para reclamar aclaraciones por parte del diputado de Políticas Sociales. La procuradora Claudia Venceslao mostró el apoyo de la coalición a las familias que han dado el paso para sacar este tema a la luz. «Sabemos que no ha tenido que ser fácil, y les agradecemos su valentía», dijo.

MULTA EN LAUDIO

Por otra parte, y «por si fuera poco», Zaintza Araba, informó de que en la residencia San Roque de Laudio, pública, un residente pluripatológico, con deterioro cognitivo y que en algunas situa- ciones tiene comportamientos agresivos, ha recibido desde la Diputación de Araba una propuesta de sanción económica de más de 800 euros.

Según este colectivo, se trata de un residente que no está siendo medicado según lo pautado por Osakidetza. Por tanto, señala que «lo que necesita es una atención médica y de cuidados adecuada porque, ¿con la sanción económica se va a controlar su enfermedad?». «Es un castigo añadido para la familia de una persona enferma, que necesita cuidados específicos y que ellos quieren convertir en un ingreso económico para las arcas forales», añade al respecto.