Los líderes europeos aceleran el giro hacia la ultraderecha en materia migratoria, con mayor endurecimiento de sus política después de que la Italia de Giorgia Meloni marcara el ritmo enviando a los primeros inmigrantes a centros de recepción en Albania.

Los Jefes de Estado y de Gobierno de los 27 debatirán en la cumbre de Bruselas la inflamable propuesta de «centros de retorno», es decir, traslados de inmigrantes a centros-prisión en terceros países, mientras los primeros detenidos en aguas italianas ya han empezado a llegar a Albania, tras el acuerdo alcanzado por Meloni, jefa de Gobierno y del partido de extrema derecha Fratelli d'Italia.

En la línea del modelo italiano, el Gobierno neerlandés, que incluye a la extrema derecha, está explorando la posibilidad de deportar a Uganda a solicitantes de asilo procedentes de países africanos que hayan agotado todos los recursos legales para lograr la residencia legal en Países Bajos.

Las propuestas siguen los pasos de la medida que intentó poner en marcha Gran Bretaña con Rwanda y suponen otro peldaño después de los acuerdos con terceros países, como Turquía, para que ejerzan de «Policía fronteriza». Como es habitual con las medidas antiinmigración más duras, tras la inicial polémica cuando las proponen los grupos más ultras, los gobiernos de la UE van asumiéndolas.

Así una reunión informal en torno a Giorgia Meloni sirvió ayer para promover estas propuestas, edulcoradas con el eufemismo de «soluciones innovadoras» contra la inmigración irregular. Ya no son una excepción. Alrededor de diez países estaban alrededor de la mesa, entre ellos Países Bajos, Dinamarca Grecia, Austria, Polonia y la Hungría de Viktor Orban, anfitrión de la próxima cumbre europea en Budapest el 8 de noviembre.

También asistió la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que ha asumido sin reparos el discurso más ultra en política migratoria.

En mayo, la Unión Europea ya adoptó el pacto sobre migración y asilo, que supuestamente entraría en vigor a mediados de 2026, con un endurecimiento del «filtrado» en las fronteras y un mecanismo de solidaridad entre los 27 para la atención de los solicitantes de asilo, evitable con el pago de una cantidad económica. Alemania y el Estado francés abogan por acelerar su implementación.

LA ULTRADERECHA, CONTENTA

Mientras, los partidos de la extrema derecha europea, al auge en muchos países europeos, ven cómo marcan la agenda por encima de vetos y «cordones sanitarios».

Algunos en la UE «escuchan lo que decimos desde hace años», se alegró la líder de la extrema derecha francesa Marine Le Pen, de paso por Bruselas para asistir a una reunión de Patriotas por Europa, la tercera fuerza política del Parlamento Europeo.

Las expulsiones de inmigrantes irregulares «son el eslabón perdido» en la política migratoria europea. «Tenemos que pensar fuera de lo común», demandó el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis, que defendió la política migratoria «dura, pero justa» que ha puesto en marcha su país. Además, celebró que el resto de la UE haya ido «reconociendo gradualmente» el peso de la dimensión exterior y la necesidad de abordar el asunto de las expulsiones.

Varios Gobiernos pidieron que se simplifiquen las normas sobre expulsión y Von der Leyen se mostró de acuerdo con ellos el lunes en una carta a los 27. Propone una nueva ley que revisaría la «directiva de retorno» de 2008, para facilitar las deportaciones en las fronteras.

Una iniciativa similar fracasó en 2018, pero «seis años después, el debate ha evolucionado», «hacia la derecha» del espectro político, señaló un responsable europeo.

Otros líderes europeos se distanciaron de la propuesta de los centros-prisión en terceros países. Estos centros son solo una «gota de agua en el mar» y no una solución para países grandes como Alemania, afirmó el canciller Olaf Scholz. «Nunca han demostrado en el pasado que sean muy eficaces y siempre han sido muy caros», criticó también el primer ministro belga, Alexander de Croo.

Scholz -que no acudió a la minicumbre pese a estar invitado- recordó que el pasado año llegaron unos 300.000 migrantes de manera irregular a Alemania pero que en un centro de deportación apenas se podrían albergar a entre 1.000 y 2.000 personas. El modelo alemán, que ha establecido controles en sus fronteras interiores, pasa por las deportaciones masivas, y Scholz apostó por aumentar las devoluciones de inmigrantes a terceros países. En este sentido, señaló que Berlín ha organizado ya viajes a Afganistán a donde prevé seguir deportando más personas en el futuro.

Por su parte, el Estado español se opone a estos centros externalizados, mientras que el Estado francés pide «favorecer los retornos cuando las condiciones lo permitan», en lugar de en centros en terceros países.

No se espera ninguna decisión importante de la cumbre, que se celebra durante una fase de transición en Bruselas, donde el nuevo equipo de la Comisión Europea debería tomar posesión de su cargo a principios de diciembre.

Pero el debate de los líderes de la UE ya se ha establecido en los marcos de la extrema derecha.

¿Cuáles son las reglas actuales de deportación?

La deportación en las fronteras se rige por la «directiva de retorno» de 2008.

El texto armonizó las normas dentro de la UE para expulsar a inmigrantes sin papeles a terceros países y un procedimiento gradual hacia la expulsión forzosa.

La decisión debe conceder al extranjero en cuestión «un plazo adecuado», que oscila entre 7 y 30 días para una salida «voluntaria», salvo en caso de riesgo de fuga o de peligro para el orden público.

Las «medidas coercitivas», como la detención antes de la expulsión, solo pueden utilizarse como «último recurso».

Esta ley autoriza un máximo de 18 meses de «retención» para inmigrantes sin papeles dentro de la UE. Tras la expulsión, establece una prohibición de cinco años de entrada en el territorio de los 27 países de la UE.

Los defensores de los derechos humanos criticaron una «directiva de la vergüenza». El texto también provocó indignación, particularmente en América Latina.

Los defensores del traslado de los solicitantes de asilo a terceros países aducen que, actualmente, menos del 20% de las decisiones de expulsión de inmigrantes sin papeles se implementan en la UE.

En 2018, la Comisión presentó una propuesta para revisar la directiva, que nunca se aprobó por falta de acuerdo. Las ONG denunciaron violaciones los derechos fundamentales de los inmigrantes.

La UE adoptó en mayo pasado el pacto de asilo y migración, que entrará en vigor a mediados de 2026, refuerza los controles y establece un mecanismo de solidaridad entre los Veintisiete.D.L.

Zelenskik bere alde batu dadila eskatu dio EBri

Volodimir Zelenski Ukrainako presidenteak «batasuna» eskatu zion Europar Batasunari bere “Garaipen Plana”-ren inguruan.

Bide batez, 35.000 milioi eurorainoko mailegua “ahalik eta azkarren” onartzeko eskatu zien EBko buruzagiei, G7ko itunaren baitan.

Europar Parlamentuak datorren astean onartuko omen du, nahiz eta EBk ez duen lortu Hungariaren betoa kentzea Errusiako aktiboen izoztea hiru urtez luzatzeko. Azken puntu horren araberakoa izango da AEBen ekarpena; 20.000 milioi eurorainokoa hain zuzen. Eskaera horiek erregu zantzua dute, frontean Ukraina pairatzen ari den porrota ikusita.

Atzo bertan, Errusiako Defentsa Ministerioak iragarri zuenez, beste herri bat atzeman dute ekialdeko Donetsk eskualdean; Maksimilianovka herrixka, hain zuzen.

AEBetako hedabideek nabarmentzen dute Errusiako Armada ziztu bizian aurrera egiten ari dela Donbassen, 2022ko otsailean kanpaina militarra hasi zuenetik ikusi gabeko abiaduran.

Azken bi hilabetean Errusiak 5,5 aldiz lurralde gehiago hartu du kontrolpean Ukrainan, 2023 osoan baino.

Gaur bertan iritsiko da Joe Biden AEBetako presidentea Berlinera. Alemaniako arduradun militarrekin biltzeaz gain, Etxe Zuriko maizterra Emmanuel Macron Estatu frantseseko homologoarekin, Olaf Scholz Alemaniako kantzilerrarekin eta Keir Starmer Britainia Handiko lehen ministroarekin bilduko da.

NATOko Defentsa ministroak Zelenskirekin bildu ziren atzo Bruselan eta, Ukraina itunaren barnean hartzearen alde agertu ziren arren, hori noiz gauzatu adostean ez datoz bat 32 aliatuak. Errusiaren arnasa kolkoan sumatzen duten Baltikoko errepublikak dira hori berehala egitearen aldekoak «Errusiak ez duelako edonor NATOn sartzeko beto-eskubiderik». Suediak, iaz sartu zen herrialdeak, ordea, Ukraina gerran dagoela eta bitartean ezin dela NATOn onartu gogora ekarri zuen.D.L.