Josu MONTERO
Escritor y crítico

Treinta y uno y uno

El argumento del día de hoy y del día de mañana es el tiempo. El paso del tiempo, que se condensa inhumanamente esta noche, con las doce campanadas, dong, dong, dong… una detrás de otra, precedidas de los cuartos. El día del cumpleaños de cada uno celebramos que el tiempo nos atraviesa, otra flecha del tiempo, hoja del calendario o afilada aguja del reloj que se nos clava, como a un San Sebastián cualquiera; pero esto sucede privadamente, mientras que esta noche sucede eso mismo a lo bestia, el tiempo se nos cae encima colectivamente, y por eso este desmadre, este sucedáneo consumista y barato de rito de paso. Y alimentamos sobre todo hoy y mañana, treinta y uno y uno, diciembre y enero, 2024 y 2025, la ilusión de que es posible comenzar de nuevo, poner un punto, si no final, al menos sí un punto y aparte, y a otra cosa, y hacer las cosas que debemos y que no hemos hecho, y ser un poco al menos otra persona: una más estoica pero en absoluto conformista, más serena e irónica pero no cínica, más amable y educada pero no por ello menos rebelde, más cantarina y menos cantamañanas, más real y menos virtual, más del presente continuo y menos del ayer y del mañana, más donnadie y menos hazmerreír.