Poussin se viste de Magunagoitia para evitar el triunfo armero
Un doblete de Bautista, que aprovechó las dos primeras ocasiones de su equipo, dio ventaja al Eibar en la primera parte pero Jair recortó distancias en la reanudación y el portero del Zaragoza cabeceó el tanto del empate en el descuento.

Si fue excepcional lo que sucedió la semana pasada en Ipurua, donde un cabezazo de Jonmi Magunagoitia en el descuento permitió al Eibar rescatar un punto ante el Oviedo, que la historia se repita una semana después resulta poco menos que increíble. Más aún si el héroe de aquel partido es el que encaja esta vez el gol. Pero Poussin, que con su error había facilitado que los armeros tomaran ventaja en el primer tiempo, debió tomar buena nota de lo que hizo el guardameta vizcaino y, también con un cabezazo en una acción a balón parado, evitó la victoria de un Eibar que había llegado al descanso con dos goles de ventaja. Es la tercera vez que deja escapar una renta similar esta temporada.
Deja mal sabor de boca elpunto, por mucho que engorde las estadísticas de este Eibar de San José, que no ha dejado de sumar. Son ocho partidos consecutivos en positivo aunque el ritmo no da para soñar, menos aún teniendo en cuenta la desventaja que ya acumulaban los azulgranas para cuando el técnico donostiarra llegó al banquillo.
No mereció mucho más que el empate el equipo, que empezó el partido pacato en ataque, como en sus últimos desplazamientos. Solo que esta vez Bautista -que regresaba tras sanción, como Arbilla- estuvo finísimo y aprovechó las dos primeras ocasiones para firmar su segundo doblete del curso. Se cumplía la media hora sin que los armeros hubiesen inquietado a Poussin y tampoco a Magunagoitia un Zaragoza con más llegada que su rival pero sin fundamento, cuando el meta local erró al tocar un centro de Cristian y Bautista cazó el balón para hacer el 0-1. Tres minutos después asistió de nuevo el lateral para que el pitxitxi armero ajustara raso al palo contrario.
Si el Zaragoza quiso reaccionar, no se le notó, así que Gabi metió mano con un triple cambio en el descanso que dio algo más de profundidad a su equipo aunque no la suficiente para incomodar a un Eibar que esperaba con calma su oportunidad para sentenciar.
Pero a un cuarto de hora del final, los maños andaban rápidos para sacar una falta que Jair convirtió en el 1-2. Para entonces ya se había marchado lesionado Comas, que reaparecía, y Arambarri había salvado ante Soberón. Y a partir de ese momento, el partido cambió. El Zaragoza se lo creyó, el Eibar optó por el conservadurismo, su paso atrás invitió a los locales a insistir y el empate acabó llegando en el descuento. Toni Moya botó un córner y Poussin cabeceó con potencia en el primer palo para colocar el 2-2 definitivo en el marcador.

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