El vicepresidente de EEUU, J. D. Vance, reveló ayer que el acuerdo de paz propuesto por su Gobierno a Rusia y Ucrania se basa en la aceptación de concesiones territoriales, sobre todo por parte de Kiev, y lo hizo a modo de ultimátum. «Hemos presentado una propuesta muy explícita tanto a rusos como a ucranianos, y ha llegado el momento de que la acepten o de que Estados Unidos se retire de este proceso», afirmó.

Vance aseguró que esta «propuesta muy explícita» plantea un camino a seguir en el que cada bando renunciaría a una porción del territorio que actualmente controla.

«Las líneas [del frente] actuales, o un lugar cercano a ellas, es donde, en última instancia, creo que se definirán las nuevas fronteras del conflicto», señaló Vance, sugiriendo una división territorial que garantizaría a Rusia casi todo el territorio ganado en su ofensiva.

El vicepresidente defendió la intensa labor diplomática llevada a cabo para comprender «qué es lo que más importa a los ucranianos y qué es lo que más importa a los rusos».

«Hemos elaborado una propuesta muy justa. Confío en que europeos, rusos y ucranianos lograrán finalmente resolver esta situación. Reitero mi optimismo al respecto. Creo que todos han negociado de buena fe, pero es momento de dar, si no el paso final, uno de los definitivos», aseveró.

Según el portal Axios, la oferta incluiría el reconocimiento estadounidense de Crimea como parte de Rusia y el reconocimiento tácito del control ruso sobre la mayoría de las áreas ocupadas desde 2022 en Lugansk, Donetsk, Jerson y Zaporiyia.

A su vez, “The Wall Street Journal” aseguró que EEUU ha propuesto que Ucrania reconozca como territorio ruso la península de Crimea, renuncie a una futura membresía en la OTAN y acepte el control de Washington sobre la mayor central nuclear de Europa, Zaporiyia, ocupada por Rusia y alrededor de la cual se crearía una zona neutral.

EEUU levantaría la mayoría de las sanciones que pesan sobre Rusia. Por su parte, Ucrania contaría con garantías de seguridad a cargo de países europeos, recuperaría algunos de los territorios perdidos y recibiría ayudas para la reconstrucción.

El documento de una página que EEUU entregó a representantes ucranianos en París la semana pasada se describe como la «oferta final» del presidente Donald Trump.

«¿POR QUÉ NO LUCHÓ POR CRIMEA?»

El propio Trump añadió nuevas críticas a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, por su postura en contra de reconocer la soberanía rusa sobre Crimea y le reprochó que si quería conservar la península debería haber luchado por ella hace once años.

«Nadie le pide a Zelenski que reconozca Crimea como territorio ruso, pero si la quiere, ¿por qué no lucharon por ella hace once años cuando fue entregada a Rusia sin un solo disparo», señaló Trump en Truth Social, su propia red social.

Aseguró que el acuerdo «está muy cerca», pero reprochó a Zelenski -al que nombra como «el hombre sin cartas que jugar»- que aleje la solución con sus declaraciones «incendiarias».

Por su parte, el Kremlin afirmó que no considera un ultimátum la advertencia de EEUU de abandonar las negociaciones sobre Ucrania si no hay progresos en los próximos días. «EEUU continúa sus esfuerzos mediadores y, sin lugar a dudas, saludamos esos esfuerzos. En torno al arreglo existen muchos matices que hay que abordar y es necesario acercar posiciones. El trabajo continúa», señaló al respecto Dmitri Peskov, su portavoz.

Peskov explicó que, por el momento, no hay contactos ni con los europeos ni con los ucranianos, aunque subrayó que el presidente ruso, Vladimir «se mantiene abierto a tales contactos en aras de un arreglo».

En cuanto al contenido del plan, el Kremlin se negó a discutir públicamente los detalles. «Hay muchas filtraciones en los medios. Cualquier boceto de las opciones de acuerdo no puede hacerse público. En cuanto se hacen públicos, pierden su eficacia», señaló Peskov. Eso sí, aseguró que Rusia continúa oponiéndose a la presencia de fuerzas europeas en Ucrania una vez terminado el conflicto, «porque de facto serían las fuerzas y los equipos de la OTAN».

RECHAZO DE ZELENSKI

Por su parte, Zelenski descartó cualquier concesión territorial. «No hay nada de lo que hablar. Esto viola nuestra Constitución. Es nuestro territorio, el territorio del pueblo de Ucrania», afirmó Zelenski, sobre la demanda de que reconozca la anexión de Crimea por Rusia.

Zelenski ya había dejado claro en ocasiones anteriores que Ucrania está dispuesta a firmar un acuerdo de paz aunque tenga que renunciar a territorios que están bajo ocupación rusa, pero que el país aspira a recuperarlos en el futuro por la vía diplomática.

Igual de tajante al respecto fue la viceprimera ministra ucraniana, Yulia Sviridenko, al afirmar que el país «nunca reconocerá la ocupación de Crimea». Además, reafirmó que Ucrania no firmará la paz si no se le ofrecen garantías de seguridad sólidas como alternativa a su ingreso en la OTAN, que el plan de EEUU descarta.

Tanto Zelenski como Sviridenko volvieron a abogar por que se declare de inmediato un alto el fuego completo previo a las negociaciones entre ambos bandos.

RUBIO CANCELA LA REUNIÓN EN LONDRES

Tras este rechazo, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, canceló un viaje a Londres donde debería mantener consultas con una delegación ucraniana formada, entre otros, por los ministros de Exteriores y Defensa, Andri Sibiga y Rustem Umerov; sus homólogos británicos, David Lammy y John Healey, y delegaciones del Estado francés y Alemania, para hablar del alto el fuego completo que Kiev exige antes de participar en unas negociaciones directas.

Después de que Rubio cancelara su participación en la cita alegando problemas de agenda, el Gobierno británico anunció la suspensión de la reunión de los ministros y los contactos quedaron reducidos a una reunión de enviados de menor nivel entre los países invitados pero en una reunión a puerta cerrada.

Rubio, que el martes habló por teléfono con Lammy, manifestó su deseo de reprogramar el viaje «en los próximos meses».

Esta misma semana coincidirán en Roma los principales líderes de los países invitados a la cita de Londres, ya que el funeral por el difunto papa Francisco reunirá a Trump; al presidente francés, Emmanuel Macron; al primer ministro de británico, Keir Starmer, y al canciller en funciones de Alemania, Olaf Scholz. También está previsto que acuda Volodimir Zelenski, mientras que el Kremlin ha descartado la posible asistencia de Putin.

Con respecto a la reunión de Londres, el portavoz del Kremlin indicó que, «por lo que sabemos, por ahora no han logrado acercar algunas posturas».

Peskov también dejó en el aire la visita del emisario de EEUU, Steve Witkoff, que el Kremlin dijo el martes que tendría lugar esta misma semana. «Por ahora no puedo decir nada concreto sobre este asunto. Ahora, la situación es bastante cambiante, por lo que las cosas cambian muy rápido», afirmó.

Putin recibió el pasado 11 de abril a Witkoff en San Petersburgo, en su tercera reunión en el plazo de tres meses.

Nueve muertos en un complejo minero

Un ataque ruso mató ayer a nueve trabajadores de un complejo minero en la región ucraniana de Dnipropetrovsk. Según las autoridades ucranianas, un dron suicida ruso impactó en el autobús que llevaba al trabajo a las víctimas, en uno de los ataques que se vienen repitiendo en otras ciudades desde Jarkov (este) a Odessa (sur), y donde Kiev denuncia un aumento de los objetivos civiles para provocar miedo.

Por otra parte, el Ejército ruso entró ayer en combate con los soldados ucranianos que defienden el último foco de ocupación en la región de Kursk. Unidades del regimiento motorizado 22 lograron adentrarse en la localidad de Gornal, la última bajo control ucraniano en territorio ruso. Ahora, su objetivo es avanzar hacia la frontera. El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el lunes la reanudación de las acciones militares en Kursk tras vencer la tregua de Pascua de 30 horas declarada por él mismo el sábado y secundada por Kiev.

Las autoridades rusas cifraron en 191 los civiles muertos en Kursk desde el inicio de la operación militar de Kiev y denunciaron la destrucción de instalaciones de infraestructura civil y la participación de mercenarios. GARA