Miguel Antonio SÁENZ MARTÍNEZ
KOLABORAZIOA

Mujica: el legado de un político honesto

El martes de la semana pasada se conocía la muerte del bueno de Pepe Mujica la cual, por esperada, no ha dejado de producirme una profunda tristeza. Este señor, con mayúsculas, sencillo y campechano, que llegó a ser presidente de su país, y que ejerció su cargo con vocación de servicio, merece todo mi respeto, entre otras cosas, por su honradez, por su honestidad, y por su coherencia.

Pepe Mujica llegó a la Presidencia de Uruguay en el año 2010, a la edad de 74 años, tras un pasado militante revolucionario que le hizo pasar largos años encarcelado, y nunca permitió que el ejercicio del poder le corrompiera.

De suyo, siendo presidente de Uruguay, donaba a causas humanitarias, el noventa por ciento de su sueldo y nunca, ni tan siquiera siendo el máximo mandatario de su país, abandonó su humilde casa en las afueras de Montevideo.

Todo un ejemplo en el que se tendrían que fijar el resto de los políticos, muchos de los cuales ejercen sus cargos sin vocación de servicio a la ciudadanía, tratando, por el contrario, de servirse del poder en beneficio propio y «de los suyos».

Y todo un motivo de reflexión, también, para todos los ciudadanos, que permitimos que los políticos actúen de esa forma, porque no hay que olvidar que los gobernantes, si llegan a estar en el poder, es gracias a los votos de sus conciudadanos...

Pero el legado de Pepe Mujica, en mi opinión, va mucho más allá de su honestidad en el ejercicio de la política.

En una sociedad en la que, con frecuencia, nos dejamos arrastrar hacia un consumismo desaforado, el estilo de vida que nos ha transmitido Pepe constituye todo un referente.

Esa forma sencilla de vestir, la humilde casa en la que residía con su compañera rodeados de mascotas, su viejo y destartalado coche, ese humilde jardín en el que, utilizando sus propias palabras, hace ya décadas que no se cultiva el odio… Esa forma de vida en definitiva.

Con todo ello, Pepe Mujica nos ha mostrado la importancia del ser frente al tener y que no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita.

Se dice de Pepe Mujica que ha sido el presidente de Gobierno más pobre del mundo, pero yo no estoy de acuerdo con esa afirmación.

En mi opinión, Pepe Mujica ha sido el presidente de Gobierno más rico del mundo porque la verdadera riqueza no reside ni en el dinero ni en los bienes materiales, sino en los valores y en los principios.

Muchas gracias Pepe, hasta siempre. Beti gogoan izango zaitugu. Zure borroka gure eredu da.