Tras el varapalo del Tribunal de Comercio Internacional (CIT) de Estados Unidos al declarar «ilegales» y suspender la mayor parte de los aranceles decretados por Donald Trump, al considerar que excedió su autoridad legal cuando adoptó esta medida a principios de abril, la Casa Blanca logró ayer revocar de forma temporal el fallo y ganar tiempo.

El Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de Estados Unidos emitió una breve orden que otorga la suspensión temporal, mientras sopesa una suspensión más prolongada, según informó la agencia de noticias Bloomberg.

Poco antes, la Casa Blanca afirmó que el fallo del CIT era «flagrantemente erróneo» y expresó su confianza en que esta decisión fuera revocada en el proceso de apelación, aunque informó de que podía llegar a solicitar la suspensión inmediata de la ejecución de este fallo al Tribunal Supremo de Estados Unidos.

Aunque el veto ordenado por el Tribunal de Comercio Internacional queda sin efecto temporalmente, la corte federal del Distrito de Columbia emitió a su vez ayer otra resolución que también bloquea la aplicación de los mismos aranceles a los que hace referencia la sentencia de la víspera.

El fallo del miércoles se produjo al estimar tres jueces que Trump excedió su autoridad al usar la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales (Ieepa), invocada para justificar su política arancelaria. Ordenó, así, la suspensión de los aranceles del 30% sobre el gigante asiático, los gravámenes del 25% sobre algunos bienes procedentes de México y Canadá, además de los cánones globales del 10%.

«Todo el sistema de aranceles del denominado Día de la Liberación y otros aranceles de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 (Ieepa) es ilegal y está prohibido por una orden judicial permanente», recoge el fallo, que también lo considera «inconstitucional».

El tribunal resolvió a favor de una medida cautelar permanente, lo que podría congelar los aranceles globales, antes incluso de que Washington llegue a algún acuerdo con los países afectados. Así, había ordenado un plazo de diez días naturales para que las órdenes administrativas «hagan efectiva la medida cautelar permanente», según recogió la cadena CNN. Esto significa que la mayor parte de los gravámenes quedarían paralizados si el fallo se mantiene en apelación y llega hasta el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora.

«RESTAURAR LA GRANDEZA»

La decisión fue adoptada por un panel de tres jueces de este tribunal -designados por los expresidentes Ronald Reagan, Barack Obama y el propio Trump en su primer mandato- en respuesta a una demanda del centro independiente Liberty Justice Center en representación de cinco empresas que alegaban haber sido gravemente perjudicadas por los aranceles del magnate.

La Casa Blanca no tardó en anunciar su apelación del fallo, defendiendo su necesidad porque los déficits comerciales de Estados Unidos con otros países han «creado una emergencia nacional que ha diezmado las comunidades estadounidenses», según sostuvo su portavoz, Kush Desai.

«No les corresponde a jueces no electos decidir cómo abordar adecuadamente una emergencia nacional. El presidente Trump se comprometió a priorizar a EEUU, y la Administración está comprometida a utilizar todos los recursos del poder ejecutivo para abordar esta crisis y restaurar la grandeza estadounidense», añadió en un comunicado.

CAE EL PIB DE EEUU

Precisamente, ayer se conoció que el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos sufrió una contracción inferior al 0,1% en los tres primeros meses del año en comparación con el último trimestre de 2024, según la segunda lectura del dato, publicada por la Oficina de Análisis Económico del país norteamericano. En cifras anualizadas, la contracción en el primer trimestre fue del 0,2%, frente a la expansión del 2,4% observada en el cuarto trimestre del año pasado.

Se trata de la primera contracción de la economía estadounidense desde el primer trimestre de 2022, cuando el PIB retrocedió un 1% en datos trimestrales anualizados.

La estimación difundida ayer es la segunda realizada por el organismo, adscrito al Departamento de Comercio, que hace un mes calculó que el PIB se contrajo un 0,1% trimestral (un 0,3% en tasa trimestral anualizada). La diferencia se debería a una revisión al alza de la inversión, que se vio parcialmente compensada por una revisión a la baja del gasto en consumo.

«La disminución del PIB real en el primer trimestre reflejó principalmente un aumento de las importaciones, que se restan al cálculo del PIB, y una disminución del gasto público», indicaron desde la Oficina Análisis Económico. Y es que ante la amenaza de aplicar aranceles generalizados, empresas y particulares han aumentado preventivamente sus compras al exterior, lo que impacta en el cálculo del PIB. Está por ver en qué grado esa consecuencias de los aranceles se va corrigiendo en los próximos trimestres.