«Acuso al Gobierno israelí, liderado por Benjamin Netanyahu, Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, de librar una guerra de aniquilación contra el pueblo palestino. Este Gobierno ha abandonado hasta la más mínima pretensión de moralidad. Su objetivo no es la seguridad, sino la venganza, la destrucción, la dominación y la ocupación», denunció el diputado palestino en el Parlamento de Israel Ayman Odeh en una columna de opinión publicada ayer por el diario “Haaretz”.

El mismo día, Odeh, palestino con ciudadanía israelí, iba a ser expulsado de su escaño por el pleno de la Kneset (Parlamento israelí), pero finalmente la medida no logró los 90 votos necesarios de un total de 120 escaños. 73 votaron a favor de la destitución y 15 en contra.

Hace dos semanas los miembros de una comisión parlamentaria abrieron la puerta a la destitución, incluidos dos partidos opositores, a los que Odeh acusó de colaborar «con el Gobierno kahanista para aplastar el espacio democrático», y la medida se vio como parte de una campaña más amplia dirigida contra los partidos políticos árabes y sus representantes.

El proceso tiene su origen un mensaje que publicó el pasado 19 de enero, día en que entró en vigor el alto el fuego en la Franja de Gaza, celebrando la liberación tanto de prisioneros israelíes como de palestinos.

«Desde aquí debemos liberar a ambos pueblos del yugo de la ocupación. Todos nacimos libres», escribió Odeh en la red social X.

El diputado del Likud -el partido de Netanyahu- Avichay Boaron, quien inició el proceso contra Odeh, argumentó en enero que equipar a «rehenes con terroristas palestinos», así como hacer un llamado a «liberar el peso de la ocupación», constituía una legitimación y un llamado a la violencia.

En el artículo de opinión, Odeh, presidente del partido de mayoría árabe Hadash-Taal, acusa a los medios de comunicación israelíes por no haber cubierto este proceso de destitución con seriedad, ni tampoco «los horrores de la guerra» en Gaza, sobre los que destacó el sufrimiento infantil, el hambre y la destrucción.

«Gran parte de los medios israelíes optaron, desde el comienzo mismo de esta guerra, por servir al Gobierno y ocultar la realidad al público. Esto no es periodismo; es complicidad», añadió Odeh, que cree que el país se dirige hacia una dictadura mesiánica con ayuda del sistema judicial.

Además, el parlamentario acusa al movimiento colono de ser la «vanguardia ideológica del ‘apartheid’ y del gobierno en la sombra». «Predican la limpieza étnica, glorifican la supremacía judía y trabajan a diario para expulsar y eliminar al pueblo palestino en Cisjordania, Gaza y el (desierto del) Neguev, en nombre del judaísmo, pero en contra de sus valores», señaló Odeh.

Finalmente, en el texto, el diputado acusa también a la comunidad internacional por su pasividad, y al presidente de EEUU, Donald Trump, y a sus predecesores, que «legitimaron la guerra de aniquilación en Gaza y el auge del fascismo en Israel».

Hace cuatro excepciones en sus acusaciones: las familias de los prisioneros israelíes, las víctimas del 7 de octubre, el pueblo palestino en Israel y el de Gaza y Cisjordania.

«La historia juzgará a quienes callaron y honrará a quienes resistieron y creyeron. Elegimos creer. Elegimos resistir», sentenciaba Odeh, en el que parecía ser su último día como diputado en Israel.

DISCURSO ENTRE INSULTOS

Pero, tras una sesión bronca, el palestino mantuvo su escaño. Muchos diputados se marcharon, otros fueron expulsados y los que se quedaron no dejaron ni un momento de gritar, imprecar e insultar al legislador -“Vete a Gaza”, le lanzaron-. Pese al hostigamiento, consiguió acabar su discurso y subrayar «esto no son árabes contra judíos o judíos contra árabes. Solo juntos derrotaremos al fascismo y al kahanismo», en referencia a esta ideología sionista extremista.

«Hoy soy yo, mañana serán ustedes. Cualquiera que se atreva a resistirse será el próximo objetivo», alertó el parlamentario.

Trump da más tiempo a las masacres

A pesar de que las informaciones que llegan desde Doha señalan lo contrario, Donald Trump insiste en que espera que las conversaciones para un acuerdo de alto el fuego en Gaza estén resueltas esta semana. Desde que hace ya dos semanas anunciara una propuesta de tregua de 60 días, la negativa de Israel a la retirada de tropas y sus planes de limpieza étnica siguen impidiendo los avances. De hecho, Benjamin Netanyahu amenaza con volver a atacar Gaza incluso tras ese alto el fuego si se llegara a alcanzar. Ayer insistió en que su compromiso es «la victoria». Según “The Jerusalem Post”, Israel presentó un nuevo mapa de redistribución de tropas en el sur de la Franja, pero sin aceptar la retirada. «Netanyahu es experto en hacer fracasar una ronda de negociaciones tras otra, y no quiere llegar a ningún acuerdo», acusó Hamas.

El Ejército israelí mató ayer al menos a 45 personas, entre las que figuran un trabajador médico del hospital Nasser y tres de sus hijos, además de otras víctimas en las tiendas de desplazados de Mawasi y el campamento de refugiados de Al-Bureij.GARA