GARA
DOHA

Kinshasa y el M23 firman las bases para un alto el fuego permanente

El grupo rebelde M23, respaldado por Ruanda, y el Goberno de Kinshasa firmaron ayer en Doha, tras meses de negociaciones, una declaración de principios que incluye el compromiso de un alto el fuego permanente, considerado un «paso significativo» para la paz en el este de la República Democrática del Congo.

Sumbu Sita Mambu, negociador del Gobierno congolés, y Benjamin Mbonimpa, secretario ejecutivo del M23, en Doha.
Sumbu Sita Mambu, negociador del Gobierno congolés, y Benjamin Mbonimpa, secretario ejecutivo del M23, en Doha. (Karim JAAFAR | AFP)

El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) y el Movimiento 23 de Marzo (M23) firmado ayer en Qatar, facilitador de las conversaciones, una declaración de principios que contempla como punto de partida un alto el fuego en el este del país, escenario de meses de combates que han provocado constantes éxodos de población y un número de víctimas imposible de determinar con exactitud.

Esta región rica en minerales ha estado asolada por el conflicto durante más de 30 años, y en los últimos años se han alcanzado acuerdos y ceses del fuego previos que han sido repetidamente violados.

El M23, que tomó el control de localidades estratégicas en una ofensiva relámpago entre enero y febrero, había insistido en negociar su propio acuerdo de alto el fuego con Kinshasa después de que su aliado ruandés firmara en junio un acuerdo de paz en Washington, pacto que ha facilitado el acceso de EEUU a los minerales críticos en la RDC.

«Las partes se comprometen a respetar su compromiso con un alto el fuego permanente» y a «abstenerse de cualquier acción que pueda obstaculizar el normal desarrollo del proceso de alto el fuego», según la declaración firmada en Doha tras tres meses de negociaciones.

Entre los compromisos figuran, además del respeto del alto el fuego, el cese de toda propaganda de odio, la prohibición de tomar posiciones por la fuerza y la elaboración de una hoja de ruta para restablecer la autoridad estatal en el este, que se detallará en el futuro acuerdo de paz.

Las partes se comprometen a aplicar esos compromisos, a más tardar el 29 de julio, e iniciar negociaciones sobre el acuerdo definitivo antes del 8 de agosto, con una firma prevista para el 18 de ese mes, según medios locales.

«La declaración recoge las líneas rojas que siempre hemos defendido, incluyendo la retirada innegociable de la AFC/M23 de los territorios ocupados, seguida del despliegue de nuestras instituciones», indicó el portavoz del Gobierno, Patrick Muyaya.

«Una de las cláusulas más importantes de la declaración de intenciones es su énfasis en extender el control y la autoridad del Estado a todo su territorio», dijo el enviado especial de EEUU para África, Massad Boulos, presente en Doha.

El M23 nunca ha declarado explícitamente hasta el momento su intención de abandonar las poblaciones que ocupa, y a las pocas horas de la firma negó esa supuesta retirada a la que se refirió Muyaya.

La violencia se ha intensificado en los últimos meses en Kivu, fronteriza con Ruanda, con la toma por el M23 y las tropas ruandesas (AFC) de Goma y Bukavu, frente a un Ejército congoleño desbordado.

Según Kinshasa y la ONU, la ofensiva ha dejado miles de muertos y ha agravado la crisis humanitaria de los cientos de miles de desplazados.

Desde el pasado febrero, el frente en el este de la RDC se ha estabilizado. Sin embargo, la violencia continúa entre el M23 y numerosas milicias pro-Kinshasa.