Inglaterra defenderá el título en la final aunque el camino que ha recorrido para llegar a Basilea ha tenido poco que ver con el de la pasada Eurocopa. Sufrió en la fase de grupos por su derrota inicial ante Francia, se vio con dos goles en contra frente a Suecia en cuartos de final para acabar imponiéndose en los penaltis y anoche volvió a bordear la eliminación contra Italia. Pero la fe, el talento y una jugada dudosa pudieron con el cansancio propio y la resistencia de un buen rival, que se había adelantado en la primera parte: Agyemang empató en el 96 y un penaltito permitió a Kelly completar la remontada en la prórroga aunque para darle más emoción lo hizo con el rechace porque Giuliani había cortado su remate inicial.

El partido empezó según lo previsto, con Inglaterra mandona y su rival más precavido pero Italia, que ha crecido a lo largo del torneo, estuvo mejor en lo suyo. Evitó que las inglesas generaran mucho peligro y aprovechó su mejor ocasión. La conexión Caruso-Cantore funcionó y Bonansea culminó anotando el 1-0 a diez del descanso.

Se puso manos a la obra Inglaterra, que durante buenos ratos tuvo a su rival encerradísimo. El tiempo volaba, el cansancio asomaba e Italia se veía en la final cuando Agyemang, en el 96, cazó un rechace para empatar.

La prórroga, apasionante, fue un toma y daca que acabó con un penaltito y el triunfo inglés. Su rival saldrá del choque que enfrentará hoy a Alemania y España (21.00).