Joseba ITURRIA
ANÁLISIS: UNA SEMANA CLAVE PARA EL CICLISMO VASCO

Sacar un equipo en la segunda categoría es lo único importante

La semana que empieza hoy es la más importante de la historia reciente del ciclismo vasco porque está en juego en los despachos que en 2014 Euskal Herria tenga un representante en la élite ciclista como lo ha tenido desde que el equipo de la Fundación Euskadi arrancó en 1994. Madariaga no es el problema. Todas las personas, al margen del presidente de la Fundación, que están en este proceso no entienden que la prioridad ahora es sacar un equipo continental profesional en 2014.

Uno escribe este análisis después de hablar durante horas toda la semana pasada con personas que quieren en todos los casos lo mejor para el ciclismo, que han apoyado y apoyan este deporte y que comparten el mismo deseo de que Euskal Herria tenga un equipo que, además de dar una salida a ciclistas que no la tienen, sea lo que ha sido Euskaltel hasta el pasado año, casi una selección nacional.

Todos quieren que haya un equipo, todos están dispuestos a colaborar, todos ven que tampoco es tanto el dinero necesario y todas las partes están dispuestas a aportar lo que se necesitaría... en unas determinadas condiciones. Aquí arranca el problema, que no es económico, sino que está en que hay personas que quieren un proyecto de una determinada manera, pero casi todos quieren un consenso y ponen casi como condición que Madariaga no esté en él.

Madariaga no está dispuesto a dejar su puesto y a los únicos a quienes les corresponde decidir sobre su presidente es a los socios de la Fundación Euskadi. La verdad es que sus estatutos son muy especiales, hacen falta un 60% de socios para convocar una Asamblea Extraordinaria en la que se pueda tratar un cambio en la presidencia y en un par de semanas, que es el máximo plazo que puede tener el ciclismo vasco para sacar un equipo, no se puede dar ese proceso. Además sería injusto porque Madariaga merece todo el respeto y gracias a su forma de ser y sus conocimientos ha logrado que durante 20 años, con los equipos Euskadi, Orbea y Euskaltel, hayan tenido muchos ciclistas la opción de ser profesionales y la afición y la sociedad vasca haya podido vibrar y sentirse orgullosa con ellos.

Es Miguel Madariaga el que tiene que decidir cuando se debe ir. Yo, en su lugar, lo dejaría ya. Cuando uno sabe que no tiene los apoyos que ha tenido y que su figura es un problema para alcanzar el consenso que se busca en el ciclismo vasco no le ayuda nada continuar contracorriente. Pero si quiere seguir está en su derecho y hay que respetarlo. Y no puede depender de una decisión personal suya el futuro del ciclismo vasco, que es lo que está en juego ahora.

La sociedad vasca puede impulsar un proyecto independientemente de la Fundación Euskadi. Es más, lo mejor sería que así fuera. Que todos los demás impulsen un equipo continental profesional y que la Fundación saque su continental y siga con el resto de trabajo que realiza con la base. El problema es que Madariaga no es el problema. Todas las personas, al margen del presidente de la Fundación, que están en este proceso no entienden que lo único importante en estos momentos es sacar un equipo continental profesional en 2014. Que lo importante ahora no es un proyecto de trabajo desde la base, sino acceder a la segunda categoría en un año clave.

José Luis Arrieta explicaba ayer en GARA por qué es imprescindible sacar un equipo en la segunda categoría en 2014. Si no sale, va a ser muy complicado conseguir un hueco en las pruebas World Tour en 2015. Con el fracaso del proyecto de Euskaltel ha quedado clara la dificultad de seguir en la máxima categoría. Pero por poco más de un millón de euros se puede tener un equipo en la segunda categoría que participe en Euskal Herriko Itzulia, Clásica de Donostia, Volta y Vuelta. Ahora todavía se puede confeccionar ese gran equipo con los corredores con contrato con Euskaltel, con Samuel e Igor Antón como líderes y ciclistas de buen nivel como Egoi Martínez, Verdugo, Urtasun, Oroz o Azanza que pueden enseñar el oficio a los corredores que tenía en mente Jon Odriozola para su proyecto. Es un equipo que incluso puede optar a una invitación al Tour o a otras carreras importantes.

Es mejor tener un continental, o dos, que nada, pero es un error, incluso ahora, marcarse como objetivo sacar un equipo continental que solo va a poder correr las pocas pruebas del calendario estatal que sobreviven fuera del World Tour y que tendrá dificultades para buscar carreras portuguesas y francesas de tercer nivel. Basta con ver lo que le ha costado al Euskadi tener este año unos pocos días de competición para diez ciclistas.

Arrieta explicaba en GARA también que, a pesar de estar fuera de plazos, si hay dinero se puede conseguir que la UCI acepte un equipo continental profesional vasco, que también las instituciones consideran como algo necesario, como lo deja claro el director de Deportes de la Diputación de Gipuzkoa Asier Sarriegi hoy en GARA.

Lo más importante es que el presupuesto de este equipo puede ser perfectamente asumido entre todos. Tanto las instituciones controladas por el PNV como la Diputación de Gipuzkoa dirigida por EH Bildu están dispuestas a hacer una aportación que sería muy inferior a la que hacían con el Euskaltel. A la empresa de telefonía le interesa que salga ese equipo y no acabar en los tribunales con los corredores que tienen contrato en vigor y Orbea también tendrá que decir algo algún día porque gracias al ciclismo y a la sociedad vasca que ha puesto el dinero necesario para apoyar un equipo ciclista sus bicicletas han estado desde 2001 en el Tour. Y una de ellas ha lucido durante cuatro años los colores del arco iris gracias a un corredor que decidió ser fiel a este proyecto toda su vida y que ahora se ha quedado en una situación difícil. Lo mismo que Igor Antón. Ni ellos ni todos los corredores que han dado una gran imagen de Euskaltel, Orbea y esta sociedad se merecen acabar como pueden acabar. Y tampoco una empresa ejemplar como Euskaltel, por mucho que se haya equivocado este año, se merece salir mal porque gracias a su apoyo el ciclismo vasco ha alcanzado sus mayores logros.

Jon Odriozola además es una persona que puede generar un consenso para liderar este equipo. Hasta Miguel Madariaga lo avala. El ciclismo vasco necesita una persona que lidere el proyecto deportivo que aglutine, que se aparquen los provincialismos, los antis y los pros. Parece que todas las instituciones y Federaciones están en la misma línea, en la única posible, y eso es lo más importante. El problema es que Odriozola tiene un muy buen proyecto y un equipo en mente con la idea de sacarlo en la categoría continental. Eso es mejor que nada y ojalá reciba el apoyo necesario que busca hoy. Pero esa no es la solución ahora. Se necesita un equipo que pueda competir ya en 2014 en carreras importantes. Si todas las partes implicadas no entienden que el futuro del ciclismo vasco depende de eso están muy, pero que muy, equivocadas.