Txisko Fernández
KAZETARIA
TXOKOTIK

Sin signos de diálogo

Si una de las dos partes implicadas no quiere hablar, es imposible iniciar un diálogo y, por tanto, a nadie se le escapa que cualquier conflicto que surja tendrá que ser resuelto en base a decisiones adoptadas de forma unilateral. Bueno, siempre hay alguien a quien se le escapan estas cosas tan fáciles de entender y, en los últimos tiempos, ese alguien suele estar al frente del PNV.

Voy a resumir lo que casi todo el mundo ya ha escuchado o leído: fruto de un complejo diálogo, CDC, ERC, UDC, ICV-EUiA y CUP han consensuado una doble pregunta para consultar a la ciudadanía sobre la independencia de Catalunya; la respuesta de Mariano Rajoy ha sido esta: «El Gobierno que presido no puede ni autorizar ni negociar sobre algo que es propiedad de todos los españoles»; y la primera reacción de Iñigo Urkullu fue decir que, hasta el 9 de noviembre de 2014, «hay tiempo para un acuerdo entre el Gobierno central y la Generalitat o entre los partidos catalanes».

Es cierto que el lehendakari ha expresado reiteradamente su respeto a las decisiones de la ciudadanía catalana. Pero es que siempre que alguien da un paso efectivo en el camino hacia la soberanía, ya sea en Catalunya o en Euskal Herria, en Quebec o en Escocia, a los dirigentes jeltzales se les atragantan palabras como «independencia» o «referéndum» y empiezan a farfullar de tal forma que uno ya no sabe si están de acuerdo con Artur Mas, con Mariano Rajoy o con ambos a la vez. Y esto último «no/pu-e-de/ser» (se lo digo despacito, incluso rompiendo el diptongo, para ver si lo entienden a la primera).

También los líderes (¡?) del PSOE intentan vendernos su galimatías jacobino. Escuchen a Patxi López: «No queremos que nadie nos diga cómo ser catalán o vasco o español... porque la identidad es algo que le pertenece a cada uno y no hay president, ni presidente, ni lehendakari que lo pueda imponer en sus leyes». ¿Creen que quería decir que el «presidente» español no puede «imponer» cómo ser catalán o español? Pues va a ser que no, porque así de clarito lo ha dejado Rubalcaba: «Es público y notorio que mantengo muchas discrepancias con el señor Rajoy, pero él sabe que cuando se trata de cuestiones de Estado siempre puede contar con el PSOE».

Ya solo falta que estos «diálogos» sean retransmitidos al mundo entero por el intérprete de la lengua de signos que se coló en el funeral de Mandela.