Ion SALGADO
LOTERÍA DE NAVIDAD

180 millones levantan la moral de San Andrés tras el cierre de Fagor

Los vecinos de San Andrés volvieron a sonreír ayer gracias a la Lotería de Navidad, que ha dejado 180 millones de euros en Arrasate. Una inyección económica vital para un pueblo marcado por el cierre de Fagor Electrodomésticos.

«Todavía no entro en mí, estoy en una nube». José Mari Garai, responsable de la administración de lotería numero 2 de Arrasate, no acababa de creerse lo ocurrido. No lograba asumir que en su establecimiento, situado en el humilde barrio de San Andrés, se habían vendido 45 series -o si se quiere 450 décimos- del 62.246, el «Gordo» de la Lotería de Navidad. Un número mágico que ha dejado 180 millones de euros en este municipio guipuzcoano.

El boca a boca y los medios de comunicación se encargaron de ampliar una noticia que prendió como la pólvora por las calles de Arrasate, donde para más casualidades se celebraba Santo Tomás. «Estoy muy alegre, porque el premio ha sido muy salpicado, muy fraccionado entre muchas personas», explicó el lotero, que, en declaraciones a GARA, reconoció que el dinero servirá para «levantar la moral» de una comarca marcada por la caída de Fagor Electrodomésticos. Un gigante industrial, vital para la economía de Debagoiena y de Euskal Herria, que cerró sus puertas el pasado mes de noviembre tras declararse en concurso de acreedores.

«Este premio es una manera de levantar un poco la moral del pueblo, porque hay cierto pesimismo», admitía mientras saludaba a los agraciados que se acercaron hasta la número 14 de la Avenida de Araba para brindar con Garai. Obreros, parados, jubilados, trabajadores de la Corporación... Todos se dieron cita frente a la administración de lotería, donde se repitieron los abrazos y las felicitaciones. Por fin la gente lloró de alegría y no de tristeza en Arrasate.

Entre los presentes se encontraba Jorge, que se enteró de la noticia gracias a una llamada. «Iba en el coche y me ha telefoneado un amigo de Madrid con el que tenía el décimo a medias», explicaba ante la atenta mirada de su pareja, que no escondía su ilusión y su nerviosismo. Tras una breve comparecencia ante los medios, que invadieron auténticamente la localidad para dar cuenta de la noticia, los dos abandonaron el lugar para continuar con la celebración.

José Ignacio Agüero y Carmen Conejo, que habían adquirido dos décimos en un concesionario de vehículos cercano a la administración, también mostraron su alegría. Indicaban que el dinero -unos 800.000 euros- ayudará también a resolver la precaria situación de sus tres hijos desempleados. «Nosotros también estamos bastante necesitados», subrayaban. Todas lsa voces coincidían en que los 180 millones de euros darán un poco de color a un año oscurecido por la crisis económica y por la quiebra de un referente industrial para la cuenca del río Deba.

En la misma línea, Alberto Mondragon, Txanio, que estaba desayunando en su caserío cuando vio que su número coincidía con el primer premio de la Lotería de Navidad, recordaba que su hija ha perdido su puesto de trabajo por el cierre de la factoría, en la que trabajaban más de dos mil de personas. El rescate en este caso ha sido la suerte de la lotería.

«¿Te ha tocado?»

Cerca de la administración de lotería, al lado de las antenas de las unidades móviles de televisión, se encontraba Adolfo. «Estaba cocinando croquetas cuando he oído un número que me sonaba. Me he puesto a buscarlo, pero me temblaba la mano mientras revisaba los recibos de la cartera», apuntaba con una sonrisa en los labios.

Junto a él estaban sentados otros miembros de su familia, con los que tendrá que compartir más de un millón de euros, porque, en su caso, tenía tres décimos del número agraciado. Antes de continuar un poteo por todo lo alto por los bares de San Andrés, Adolfo daba cuenta del susto que se llevó mientras veía la televisión. «Han dicho el número mal, y mi mujer me ha dicho que me había equivocado. Pero se habían confundido ellos», relataba entre risas.

Como era de esperar, en las tabernas de la zona no se hablaba de otra cosa que no fuera el sorteo de la Lotería de Navidad. «¿Te ha tocado algo?», se preguntaban los presentes en el «JJ». La respuesta afirmativa salía de boca de José Antonio Hernánde,z que había adquirido un décimo del 62.246 con sus cinco hermanos. Entre ellos el propietario del establecimiento, Jesús Hernández, que, pese a haber ganado más de 50.000 euros, no dejó de sacar zuritos y marianitos a su clientela.

«Utilizaré el dinero para pagar las cosas que debo», subrayaba José Antonio mientras miraba a su hermana. Ella se lamentaba de no haber comprado un décimo de lotería. «Ellos jugaron, pero nosotras decidimos no jugar», reconoció.

Lejos de San Andrés, en el centro de Arrasate, también se podía encontrar a agraciados por el sorteo de la Lotería de Navidad. Así, en la calle Iturriotz, el responsable del bar Rumba reconocía haber adquirido uno décimo del número premiado. Y como él, decenas de personas que ayer prefirieron camuflarse entre la masa para disfrutar del mercado de Santo Tomás. Vecinos como David Ganbra o José Pedrosa, que durante los próximos días cobrarán un suculento premio que podrá servir para reactivar la maltrecha economía casera y de la localidad entera.

«El pueblo estaba triste»

En declaraciones a la agencia Europa Press, el alcalde de Arrasate, Inaxio Azkarragaurizar (EH Bildu), se congratulaba por el premio. «El pueblo estaba un poco triste viendo lo que ha pasado en los últimos meses», manifestaba. Y añadía que «ha sido una noticias agradable. Espero que esté bien repartido porque hay bastante gente que lo está pasando mal».

En este sentido, el primer edil soberanista subrayaba que, «paradojas de la vida», muchos de los agraciados por la lotería de Navidad son vecinos del barrio de San Andrés, «el centro de Fagor». «No hay mal que por bien no venga», destacaba Azkarraurizar, que insistía en desear que el «premio este bien repartido» entre los vecinos.

Falta por saber cuánto dinero se quedará finalmente en Fagor después de que esta edición haya sido la primera en que los premios tributan a Hacienda.

Arrasate no fue la única localidad agraciada con el deseado premio principal, el mayor del año. En cuanto a la distribución del resto del ``Gordo'' en el Estado español, cabe señalar que la suerte sonrió especialmente a la localidad madrileña de Leganés, donde se repartieron 360 millones de euros.

Según informó Efe, al igual que ocurrió en Arrasate, en Leganés los agraciados se dieron cita en la Plaza del Salvador, donde brindaron con cava y sidra junto a la dueña de la administración, que repartió 900 décimos del número agraciado en un municipio también muy afectado por lo crisis.

Además, la lotería repartió varios millones de euros en Bailén (Jaén), otro municipio azotado por el desempleo. Algunos vecinos de Valencia, Quintanar de la Orden (Toledo), Madrid, Palencia, Avilés (Asturias), Huelma (Jaén), Barcelona, Manises (Valencia), O Rosal (Pontevedra) y Sanlúcar La Mayor (Sevilla) igualmente tuvieron la suerte de lograr un décimo del 62.246.

120 euros por décimo para Fagor Frigoríficos

Algunos décimos del «Gordo» fueron a parar a los trabajadores de Fagor Arrasate, una cooperativa vinculada a la Corporación Mondragón que debe confundirse con Fagor Electrodomésticos. Cabe señalar otra anécdota: algunos empleados de esta última cooperativa, que cerró sus puertas en noviembre, habían jugado el número 82.446. La similitud del número alertó incluso al responsable de la administración de lotería, José Mari Garai, que pronto descubrió que el parecido entre ambas cifras se limitaba a los último dos números. Estos trabajadores de Fagor Frigoríficos, incluida en Fagor Electrodomésticos, cobrarán 120 euros por décimo.

I.S.