Definitivamente, ETA es algo grande, muy grande, se mire por donde se mire. Con independencia de la opinión que merezcan su trayectoria y sus métodos, no cabe duda de que, si se mira desapasionadamente y con honradez intelectual, ha sido el dato político más decisivo del último siglo en este país. Para algunos será para bien, para otros para mal, pero ETA ha marcado un antes y un después, además del carácter y el devenir de esta comunidad.

Y no crean que es servidora la que llega a esta conclusión de manera caprichosa. No. Basta con leer la prensa española, a «izquierda» y a derecha extrema, para constatar que ETA ha sido algo grande, muy grande.

Los editoriales y las primeras páginas de los periódicos hablaban, cómo no, de ETA. Poco importa que dejara la violencia hace más de dos años, que los presos hagan tal o cual declaración, que la Guardia Civil siga con sus redadas sin fin... ETA sigue omnipresente, la presentan como una organización eterna y, al estilo de los tradicionales cuchillos suizos, es multiusos, sirve para zumbarle a un diputado de IU, a un concejal del PSE o a Perico el de los Palotes.

Como muestra, basta con repasar las siguientes perlas: en «La Razón», donde se leía el cuento chino de la detención de un «comando de abogados», el editorial hablaba de que ETA no ha «abandonado ninguno de sus objetivos», y se leía al facha cunetero Merlos que es preciso «dejar a un lado la cantinela de que ETA forma parte superada de la historia». Y a cuenta de ETA, zurriagazos al PNV y al PSE, que por criticar la operación de la Guardia Civil «siguen amparando a los terroristas». Casi nada.

«Abc» editorializaba con un «Sigue siendo ETA» en el que decía que nada ha cambiado y nunca nada cambiará. En relación a ETA, para estos, los relojes siempre marcan la eternidad en punto, y claro, «ETA sigue presente en la dirección final del proceso con el `comando político'». A «El Mundo» ETA le venía bien para ajustar cuentas con el joven diputado de IU Alberto Garzón», al que tenían ganas desde hace tiempo. A Garzón, que criticó la operación por actuar al dictado de «ultras de AVT», le daban hasta en el carnet de identidad.

No sigo, aunque hay material para una enciclopedia. Lo dicho, ETA siempre y en todo momento, para un roto o un descosido.