Urtzi Iturrioz es un portero criado en la Real Sociedad, pese a ser de Bilbo. Tras jugar en las categorías inferiores y un año cedido en el Amurrio, llegó hasta el segundo equipo donostiarra, de donde le ficho el Athletic, para pasar luego por la Ponferradina y el Alavés.

¿Cómo ha afrontado la primera parte de la temporada?

De una manera diferente. El verano comenzó bien, ya que fiché por el Salamanca Athletic, pero después de ver que el equipo no podría salir, he entrenado con el Barakaldo, donde he sido uno más y también he aprovechado para hacer cosas que no he podido hacer hasta ahora.

¿Cómo vivió lo que sucedió en Salamanca?

La situación fue un poco extraña. Cuando me fichó, me aseguraban que el equipo iba a poder salir, por lo que yo llegué allí convencido de que iba a jugar. Tras estar una semana entrenado, y viendo que no había nada seguro, decidimos volver a casa. No teníamos contrato y no se podía arriesgar a que tuviéramos una lesión.

¿Qué les decían allí?

Pienso que ellos tampoco tenían nada seguro y aceptaron que cada jugador regresara a casa. Nos dijeron que estuviéramos atentos, ya que confiaban en que les dejarían jugar, pero al final no ha podido ser.

¿Cobraron el tiempo que estuvieron en el club?

No, no. No teníamos contrato ni nada. Al menos nos daban casa y comida gratis, por lo que se puede decir que no ganamos nada, pero tampoco perdimos nada.

¿No hubo opciones de fichar por algún otro equipo?

Siempre suele haber algo, pero ahora mismo la situación que hay es muy mala, por lo que después de estudiar lo que había, decidí esperar hasta el mercado de invierno y para ello me puse en contacto con el Barakaldo para que me dejasen entrenar con ellos y la verdad es que no puedo más que agradecer lo que han hecho por mí.

¿Regresaría al Salamanca?

Si el año que viene el equipo puede competir y si siguen interesados en mí, sería cuestión de hablar y negociar. No cierro las puertas a nadie.

¿Cómo es el día a día en la concentración de la AFE?

Es como una pretemporada. Aquí estamos concentrados durante dos semanas y jugamos muchos partidos, ya que el objetivo de todo esto es que los jugadores que estamos en paro podamos encontrar equipo. Aquí te sientes un futbolista de verdad. Las 24 horas estás para el fútbol y se hace un gran trabajo, y lo que es más importante, jugamos muchos partidos, que es fundamental, ya que a todos nos falta ese ritmo.

¿Esperaba que el Alavés no le renovara?

La verdad es que sí. Se puede decir que las cosas no me salieron muy bien en Gasteiz, pese a que a nivel colectivo logramos el ascenso a Segunda. No jugué demasiado y también tuve alguna que otra lesión, por lo que la campaña no fue todo lo buena que hubiera deseado, por lo que esperaba que no me renovasen el contrato.

¿Se le ha pasado por la cabeza que ahora también se puede quedar sin equipo?

Sí. Al final el fútbol está como está. La situación es muy complicada y somos muchos los que estamos sin equipo. A la concentración de la AFE hemos llegado 25 y tenían la petición de más de medio centenar de futbolistas, por lo que se puede comprobar que estamos muchos profesionales sin equipo. Es muy complicado que ahora de golpe y porrazo todos tengamos sitio y más cuando la situación de muchos clubes es muy mala. De todas formas, todavía quedan días para el cierre del mercado de invierno y normalmente es en las últimas horas cuando más se mueve el mercado y vamos a confiar en que en las próximas horas pueda tener algo interesante.

¿Y si no sale nada que le pueda convencer?

Seguir trabajando. Si pasa eso, que es una opción que también la tengo en la mente, trataré de encontrar, a poder ser, un equipo de Tercera donde pueda jugar hasta el final de la temporada y tener minutos, para recuperar ese ritmo de juego y esperar a que en verano pueda tener alguna oferta. Tengo 26 años y todavía me queda cuerda para rato y yo quiero seguir jugando al fútbol. De todo se aprende en la vida y esta situación me vale para apreciar otras cosas, que a lo mejor cuando estás jugando no las aprecias. De todas formas espero tener algo antes del cierre del mercado.