La salida de Pedro J. de «El Mundo» no ha tenido como consecuencia que ese diario haya dejado de ser tan facha. En su `Vox populi' (¿se habrá inspirado en esta sección el nuevo partido de extremo centro?) castigaba al parlamentario de Bildu Julen Arzuaga porque «Culpa al PP de la muerte del preso etarra». ¿Qué partido gobierna en este Estado en el que morir en la cárcel es «natural», además de frecuente? Decía el diario facha que «Según Arzuaga, los presos por kale borroka han sido tratados de manera `desproporcionada'. Bellón fue condenado por atentado». Se le impuso una condena claramente desproporcionada, exactamente como dijo Arzuaga, y como bien sabe «El Mundo». Titulaba su información acerca de la muerte de Arkaitz Bellon «EH Bildu ve «intrascendente» la `kale borroka'». No fue eso lo que dijo Arzuaga, sino que confrontó «Una vida truncada, un desenlace irreparable frente a hechos irrelevantes contra mobiliario público en unos incidentes ocurridos hace muchos años en otro contexto, en otras circunstancias». En unos incidentes que, en cualquier caso, en modo alguno justifican la permanencia del joven elorrioarra en la cárcel desde entonces.

Mientras se realizaba la autopsia a un preso vasco muerto en una prisión a mil kilómetros de su casa, la preocupación de «La Razón» era que «El PNV hace el juego a los proetarras de Bildu», refiriéndose al debate en el Parlamento de Gasteiz «sobre el terrorismo callejero». Titulaba «Sin condena al terrorismo callejero». Si de condenar se tratara, el periódico de Marhuenda tendría que empezar muchos años atrás y terminar hoy mismo. Iba a necesitar unos cuantos ejemplares para plasmar todas las condenas que no ha llevado a cabo.

Y en «Abc», Carlos Herrera titulaba su pieza «¿Qué hacemos con los presos?», y respondía en la primera línea: «Pues dejarlos donde están. En la cárcel». Y argumentaba en estos términos: «El perdedor de una guerra no condiciona al vencedor ni le amenaza con volver a las armas después de haber sido laminado. ETA no puede dictarle al Gobierno español las condiciones de la capitulación». Si servidora vive y lee en el planeta Tierra, ETA no ha amenazado en ningún momento con volver a las armas; antes bien, ha reiterado su decisión de hace más de dos años de abandonarlas. Pero sin manipulación, Carlos Herrera sería incapaz de escribir sus encendidos comentarios.