FENERBAHÇE-LABORAL KUTXA

Laboral Kutxa Baskonia y Fenerbahçe juegan un partido de necesitados y entre necesitados. Necesitados de victoria, de reposo y hasta de cariño y mimos, porque entre las bajas y los tocados, más su balance de 1-4, su situación es deportivamente cercana al drama y en cuanto a la enfermería, al colapso.

En el caso baskonista, a las conocidas ausencias de Hamilton y Heurtel hay que añadir las serias dudas por Poeta y Causeur. El base italiano padece un golpe mientras que el escolta galo sufre una «fuerte gripe», en palabras del técnico Sergio Scariolo, lo que, unido a la anomalía renal de la que sigue tratándose, hace que el club gasteiztarra prefiera andarse con pies de plomo y ver «si se presentan o no complicaciones en la evolución de su enfermedad».

Pero «por la competitividad de este equipo, nunca se ha resignado y nunca lo hará. La idea es la de seguir compitiendo con las armas que tenemos, dar guerra y ganar si hay posibilidad de ganar los partidos», declaraba el preparador baskonista.

«Salgan mejor o peor las cosas en los partidos, el equipo siempre sale preparado. Luego, ante las adversidades, que pueden ser las bajas o las lesiones, pero también el acierto del rival, hay que tener fortaleza mental para afrontarlas y superarlas. Hay que aguantar en el rincón y, con paciencia, salir de ese rincón y volver al partido», añadía.

«Obligados a ganar»

Adam Hanga, por su parte, subrayaba la «obligación de ganar» que tienen tanto los gasteiztarras como el equipo que dirige Zeljko Obradovic.

«Fenerbahçe es un gran equipo con muchos jugadores que pueden jugar a un alto nivel. Pero como nosotros, ellos también están en una situación difícil y por eso los dos estamos obligados a ganar», reconocía.

Sobre las bajas de su equipo, Hanga afirmaba que «somos los demás quienes tenemos que dar un paso adelante. Sobre todo si trabajamos todos juntos en defensa, entonces tendremos más opciones de ganar».