Aunque se exagere muchas veces al calificar como finales partidos que se disputan a mitad de competición, lo cierto es que las circunstancias de Bidasoa contribuyen a calificar de esta forma la visita del Aragón a Artaleku (19.00, Alvarez -CAV- y Bustamante -Nafarroa-). Entre las principales razones, que Bidasoa es el último clasificado, y en su pelea por eludir una de las dos últimas plazas que conducen al descenso necesita sumar puntos cuanto antes; y por otro lado que Aragón es un rival asequible, y no son muchos los equipos que pueden calificarse así desde la óptica del Bidasoa.

La victoria de hoy es ineludible, y con esa presión saltarán a la cancha los jugadores bidasotarras. Además podría venir con un regalo añadido, aunque hubiera que esperar a que mañana el Valladolid perdiera en Iruñea. De coincidir ambos resultados, Bidasoa abandonaría la última plaza en perjuicio de los pucelanos, un detalle cuyo valor fundamental es el anímico, pero que no conviene despreciar.

Aragón era uno de los equipos de la zona media-alta de la clasificación desde su último ascenso a la Asobal en la temporada 2004-05, con el actual entrenador bidasotarra Fernando Bolea en su banquillo. En las últimas ocho temporadas el club maño se ha clasificado siempre entre el 5º y el 8º y, pese a sus problemas económicos en los últimos años, al llegar el parón en diciembre, al final de la primera vuelta, era 9º con 14 puntos.

Pero desde entonces las cosas han cambiado radicalmente en el Aragón, que se vio obligado a dar la carta de libertad a sus jugadores para que abandonasen el club al no poder hacer frente a sus deudas. Siete de ellos dejaban el equipo, en el que quedaban varios veteranos junto a un grupo de jóvenes procedentes de la cantera aragonesa para completar una plantilla de circunstancias con la que pretenden salvar la temporada.

De momento han perdido los dos primeros partidos de la segunda vuelta, aunque la semana pasada se resistieron mucho ante Anaitasuna (22-23), que solo pudo doblegar a los aragoneses cuando sus veteranos -en especial el lateral Lozano- agotaron sus reservas físicas. Su técnico Mariano Ortega ha subrayado la importancia de este partido, porque vencer al Bidasoa (30-24 en la primera vuelta) sería un gran paso hacia la tranquilidad.

Pero Bidasoa también se juega muchísimo hoy, más que el Aragón, y debe notarse en las gradas y en la pista. Por primera vez los irundarras podrán exhibir mayor fondo físico, y deberán impedir que el Aragón pueda dosificarse y llegar al final con opciones y sus veteranos -Sorli, Cartón, Lozano...- en buenas condiciones. El debut de Källman, si se produce, permitirá además comprobar qué puede aportar al equipo. Los puntos son de oro, y no pueden escaparse de ninguna manera.