Occidente tiene que responder con un par
El referéndum de Crimea y la consiguiente integración en Rusia de ese territorio seguía ocupando portadas, como es lógico. Claro que cada cual contaba su película, cuyo parecido con la realidad, en algunos casos, era pura coincidencia.
Según «Abc», «Putin se anexiona Crimea en plena escalada de tensión». ¿La habrá anexionado a su casa? Lo cierto es que la gran mayoría de la ciudadanía de esa península votó a favor de la anexión. A quien no han votado las ucranianas y ucranianos es al actual Gobierno de Kiev.
«La Razón» aseguraba que el presidente ruso «firmó ayer una condena de ostracismo para Rusia en los años venideros con la reclamación formal de la península de Crimea». Como si se tratase de condenar al «ostracismo» a Bangladesh. Después decía que el tono de Putin «fue emotivo, apelando al orgullo patrio más atávico». De eso sabe mucho el diario de Marhuenda.
«El Mundo» nos explicaba los motivos de la anexión: «Putin se anexiona Crimea ante la débil respuesta de Occidente». Si de Casimiro hubiera dependido, para ahora habrían bombardeado Simferopol y probablemente Moscú. Con un par. Titulaba su editorial «Vladimir Putin se aprovecha de la debilidad demostrada por Occidente», es decir, lo que suele hacer Occidente en múltiples ocasiones, aprovecharse de la debilidad de los demás para invadir y arrasar. Si hiciéramos un repaso de las intervenciones de Occidente, mucho más traumáticas que la rusa en Crimea, desde la caída del muro, necesitaríamos bastante más espacio. Decía ese diario que Putin «intentó ayer dar una pátina de legalidad a la anexión de Crimea, firmada solemnemente con las nuevas autoridades de la península». ¿Y qué ha hecho Occidente con el gobierno interino de Ucrania, fruto de un golpe de estado?
Parecía algo más realista el titular de «El País» al respecto: «Europa ensaya un difícil alejamiento de Rusia», y hablaba de «una nueva relación a pesar de la dependencia energética». Luego añadía: «Los expertos dudan de que esa nueva aproximación implique romper los lazos existentes hasta ahora. Porque las economías rusa y europea están cada vez más entrelazadas». Es decir, que una dinámica de sanciones les podría llevar a ser víctimas de sus propias sanciones.

GARA es segundo en Gipuzkoa y NAIZ sigue creciendo con fuerza
Moreno y Lisci, dos trayectorias de menos a más en Osasuna

EH Bildu ganaría en la CAV y subiría en Nafarroa, según un sondeo de Aztiker

«Goonietarrak», 40 urte: bihotzeko ganbaran gordetako altxorra
