El Consejo de Administración de la Real Sociedad y el ayuntamiento de Donostia activarán un plan alternativo para convertir el estadio en un campo de fútbol después de que ayer se conociera que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha anulado el acuerdo alcanzado por unanimidad el 31 de enero de 2013 por los grupos municipales para la modificación del Plan General Urbanístico para la remodelación de Anoeta.

El abogado y ex concejal de Urbanismo en el ayuntamiento de Donostia, Javier Olaverri, presentó un recurso contencioso administrativo contra ese acuerdo municipal y el TSJPV lo ha estimado y condena al ayuntamiento de Donostia y a la Real, como partes demandadas, a pagar las costas del proceso.

Tienen diez días para presentar recurso ante el Tribunal Supremo, pero lo más probable es que no lo hagan y busquen otra fórmula para la remodelación sin las cuatro torres en las que se iban a crear 15.800 metros cuadrados de uso terciario con el objetivo de lograr una parte de la financiación de las obras.

Este ha sido el aspecto que ha derrumbado la sentencia conocida ayer, que deja claro que «no está en cuestión si es o no adecuado a derecho remodelar el estadio de Anoeta para mejorar el equipamiento deportivo. Lo que constituye el objeto de controversia es si está justificada la modificación urbanística aprobada, modificación que sustancialmente consiste en desafectar suelo destinado al sistema general deportivo para destinarlo a unos lucrativos (patrimonial o privado) uso terciario».

Es decir, la sentencia deja claro que el ayuntamiento de Donostia puede remodelar Anoeta, pero no cambiar el Plan Urbanístico con la creación de los 15.800 metros de uso terciario.

Remodelar sin cambiar el Plan

Los dos intentos que ha habido hasta ahora de convertir el estadio de Anoeta en un campo de fútbol se han basado en construir cuatro torres en las esquinas con metros cuadrados que ayudaran a financiar las obras. En el proyecto Gipuzkoarena presentado por el Consejo de Astiazaran en 2004 se recogían 68.000 metros cuadrados y en el Plan General aprobado por el ayuntamiento de Donostia en enero de 2013 se bajaba a 15.800.

La Real ya tenía avanzadas las conversaciones con una cadena hotelera para que una de esas torres se convirtiera en un hotel y también estaba previsto el uso de una segunda y esos planes quedan en estos momentos aparcados y se activa un plan alternativo que busca la remodelación de Anoeta sin torres.

El Consejo no quiso emitir ningún comunicado al respecto, pero desde el club se trasmitía ayer tranquilidad y se señalaba que la sentencia no va a detener los plazos previstos para la conversión del estadio en un campo de fútbol, para lo que ya contaba con diez millones del Gobierno de Lakua, con el compromiso de aportar una cantidad de Kutxabank y con la disposición de la Diputación a asumir parte del coste de las obras que se iban a realizar en el miniestadio. La Real iba a ser la que aportara más dinero para el nuevo Anoeta.

El Consejo y las instituciones deberán acordar una nueva vía para la remodelación sin esas torres y sin cambiar el Plan General. Antes de conocerse la sentencia del TSJPV ya se trabajaba en una opción alternativa más barata que la inicial. De los 60 millones que se barajaban como presupuesto en un principio con las cuatro esquinas, el coste final de las obras sin ellas podía bajar en una cuarta parte y situarse por debajo de los 45.

La sentencia tampoco ha cogido por sorpresa a Ayuntamiento y Real, que deberán acordar a la mayor brevedad un nuevo proyecto que permita que las obras se realicen, como estaba ya previsto, durante el año 2015.