Juan Carlos ELORZA
BALONMANO División de Honor femenina

Bidebieta tiene la palabra

Por primera vez en su historia, Bera Bera tiene la oportunidad de ganar un título importante en su casa.

Rocasa se resiste a arrojar la toalla, y hace bien, pero Bera Bera dejó casi sentenciada la Liga con una contundente victoria en Alcobendas, que le deja a un paso de conseguir el título. Con todos los datos precedentes en la mano, resulta casi completamente imposible que a las donostiarras se les escape su segunda Liga, aunque la eventualidad matemática aún exista, por muy extrema que resulte: Bera Bera debería perder en los dos últimos partidos (tantos como derrotas lleva en las 24 jornadas ya disputadas) y Rocasa ganar los dos -algo mucho más probable- para que se produjera el empate que favorecería a las canarias.

En cualquier caso, y como ya apuntaba el entrenador de Bera Bera Imanol Alvarez antes del viaje a Alcobendas, cualquiera en el club donostiarra habría firmado encontrarse en una situación así al principio de la temporada. En esta fase que le ha tocado vivir -y disfrutar- al club de Bidebieta, se encuentra ahora ante la primera oportunidad en 24 temporadas de preparar un partido que le puede permitir ganar un título importante en casa, un aliciente nada despreciable para un club que lleva meses surfeando en la cresta de la ola tras hacerse con todos los títulos que ha disputado en las competiciones estatales de las dos últimas temporadas, pero que nunca ha vivido la experiencia de ganar una Liga (o una Copa) en su pista de Bidebieta.

La oportunidad es también para los aficionados del balonmano, para quienes siguen al equipo cada partido y para quienes lo hacen de vez en cuando. La situación lo merece, y el balonmano guipuzcoano no lo vive desde los tiempos del mejor Bidasoa. El espectáculo en la pista también justifica acudir a esta cita, e incluso el pequeño morbo de que el rival al que hay que superar para conseguir el campeonato, el Mar Alicante, es el único equipo al que todavía no ha conseguido vencer en esta Liga, y el único que junto al Rocasa ha logrado superarle.

Respecto a las cinco primeras posiciones de la clasificación, las que proporcionan billete para las competiciones europeas, quedaron casi completamente definidas el sábado. Rocasa tiene la segunda plaza asegurada -y una opción remota al título-, Alcobendas será tercero, el At. Guardés cuarto, y el Porriño aprovechaba la derrota del Elche en Barakaldo para mantener tres puntos de ventaja en el 5º.

En la zona de descenso todo sigue igual. En la zona de descenso, al menos en la parte más comprometida, los tres implicados perdían y la igualdad augura que la emoción se mantendrá hasta la última jornada. Adesal Córdoba y Castelldefels visitaban a dos rivales que, con la calculadora en la mano, podían tener algún problema, y en ambos casos la veteranía de los anfitriones y el factor cancha se impuso, aunque de forma diferente. En Alicante el Castelldefdels tuvo un arranque espectacular (2-11 en el minuto 17), lideradas por su lateral zurda Manaut y la pivote Sans (6 goles cada una al final), pero las alicantinas no se descompusieron y fueron remontando poco a poco, 10-15 al descanso y hasta lograr empatar en el minuto 51 (23-23). La veterana Marizza Faría (8 goles, entre ellos el de la victoria), y jugadoras con experiencia como Vicente (4) y Andreu (6) -que está dando un gran rendimiento tras su llegada en enero procedente del Elche-, acabaron doblegando a un rival que no supo gestionar su ventaja (26-25).

En León también mandaron las veteranas. Entre Caño (10 goles), Sonia Rodríguez (5) e Ilina (4) gestionaban el partido, con 1.000 personas en la grada, dejando sin opción al Adesal Córdoba, que siempre fue a remolque y solo se acercó cuando ya no podía ganar (27-25).

En Etxebarri la experiencia en la categoría y el factor cancha también estaban a favor de Kukullaga, y durante muchos minutos fueron capaces de hacer valer ambos argumentos ante un rival que llegaba sin ninguna presión y que cuenta con algunas jugadoras importantes en su plantilla. Pero a la hora de la verdad los esfuerzos anteriores, la falta de banquillo y la presión pudo con el equipo de Lydia Montes, que tras ponerse por delante a falta de diez minutos se vino abajo y perdió todas sus opciones en el tramo final (26-32). Un punto separa a los tres equipos, y solo uno de ellos se salvará, en una pugna en que la sangre fría puede ser decisiva.