LABORAL KUTXA-FUENLABRADA

La temporada no está siendo nada sencilla en el seno de Laboral Kutxa Baskonia. A sus inconsistentes resultados deportivos se le une una ampliación de capital que, aunque necesaria, ha llegado para entorpecer aún más el día a día de los gasteiztarras. Así las cosas, el duelo de este mediodía frente al Fuenlabrada no parece llegar en el mejor momento, por mucho que el cuadro baskonista tenga ya un puesto asegurado en los inminentes play offs.

La cuestión es saber en qué posición terminará el conjunto que entrena Sergio Scariolo: sexta, séptima u octava plaza, dependiendo del resultado ante la escuadra madrileña y los respectivos del Cajasol, que visita el Palau Blaugrana y el CAI Zaragoza, que jugará en la cancha del UCAM Murcia. Los gasteiztarras dependen de sí mismos, ya que, aunque están empatados con los dos conjuntos, los superan gracias al basket average. Si ganan a los de Luis Casimiro, su rival en los cuartos de final será el Fuenlabrada, ya que habrán asegurado la sexta posición. Si pierden, habrá que ver el resultado de los dos mencionados duelos para conocer si su escollo en postemporada vestirá de blaugrana, taronja o blanco.

Concentración

La proposición de la directiva baskonista al plantel de involucrarse en la ampliación de capital, adquiriendo acciones por valor equivalente a 15 días de salario ha ayudado sobremanera a revolucionar el vestuario.

Por lo que se ha podido saber hasta la fecha, a los jugadores no les ha hecho ninguna gracia esta proposición, así que en un principio su respuesta ha sido negativa, al menos de manera provisional y para nada en bloque. Al margen de a la plantilla, la proposición también afecta a los empleados del club, a los que se les propone que adquieran en acciones el equivalente a dos meses de sueldo en bruto, mientras que, al margen de su adhesión o no, el club ha mantenido reuniones con los trabajadores para garantizarles el cobro de algunas mensualidades atrasadas.

Con este ambiente desmandado está teniendo que lidiar Sergio Scariolo, en vísperas de conocer su rival de postemporada y de empezar a preparar el asalto a un título que, de buenas a primeras se presenta más lejano y esquivo que nunca.

«Este tema ha estado hasta demasiado presente durante la semana, pero la cuestión es intentar que todo esto no afecte a la plantilla», subrayaba el técnico de Brescia. «No es el único problema que hemos tenido este año. Hemos ido luchando y superándolos. Por ello, el esfuerzo será concentrarnos y luchar contra ello en la preparación. Lo que nos interesa sumar otro buen partido para crecer en confianza y en confirmar esta progresión», añadía.