Arnaitz GORRITI
Play-offs de la NBA

LeBron James y Chris Bosh dejan a los Pacers al borde del precipicio

Miami se adelanta 1-3 tras batir por 102-90 a Indiana. Los Heat controlaron el partido desde el inicio y llegaron a ir 20 puntos arriba.

Si el año pasado los Indiana Pacers tuvieron a los Miami Heat al borde de la eliminación, esta vez no parece que vaya a suceder lo mismo. Los vigentes campeones dieron un golpe de autoridad sobre la mesa y sumaron el 1-3 a la final de la Conferencia Este tras batir a su rival por un claro 102-90.

Un resultado guiado en los 32 puntos y 10 rebotes de LeBron James y los 25 tantos de Chris Bosh, que sobre todo al principio del partido recuperó el acierto en el lanzamiento. Gracias a la energía de estos dos jugadores, los Pacers se vieron empequeñecidos y sin opciones en ningún momento. Los Heat llegaron a tener hasta 20 puntos de ventaja, 86-66, ya en el último período, y solo un arranque de orgullo de Lance Stephenson, que hasta ese momento estaba viviendo un partido aciago, y Paul George, máximo anotador de Indiana con 23 puntos y 7 rechaces, arregló mínimamente el marcador. A falta de minuto y medio, los Pacers conseguían rebajar la barrera de los 10 puntos, 99-90. Pero por si entraban las dudas en el seno de los Heat, LeBron James se encargó de disiparlas. The Choosen One se marcó un «costa a costa» por su cuenta y riesgo, y acabó decidiendo con un «dos más uno» pleno de fuerza, ya que fue capaz de sortear uno por uno a unos rivales que lo golpeaban y lo agarraban sin cesar.

El inicio, clave

«Saltamos a la cancha con tremenda energía en las dos canastas. Más que cómo jugamos, ayudó muchísimo nuestro inicio», confesaba el técnico de Miami Erik Spoelstra al término del partido.

En ese arranque, Chris Bosh encestaba 10 de sus 25 puntos, dando confianza a sus compañeros y lo que es más importante, espacios para las penetraciones de LeBron James y Wade. El preparador de los Pacers, Frank Vogel, quiso recalcar que «hay que reconocer el mérito tanto a Bosh como a Spoelstra por su tremenda capacidad de crear situaciones para su pívot».

Después ya fue el turno de LeBron James. Su exhibición, superando a un Paul George que no le está pudiendo causar los problemas que le produjo en los play offs del año pasado, superaba a Michael Jordan al sumar su partido número 74 con al menos 25 puntos, cinco asistencias y cinco rebotes en la postemporada, uno más que His Airness.

La cruz de la moneda

Naturalmente, la cruz de la moneda caía para los Pacers, en especial un Roy Hibbert que volvió a vivir una noche olvidable con cero puntos y cuatro faltas. el pívot jamaicano no tuvo mejor idea que criticar el «plan de partido» para explicar su «rosco» en anotación.

«El plan de juego no consistió en utilizarme mucho, simplemente intento ser eficaz como sé. ¿Me gustaría entrar más en contacto con el balón al principio? Claro, pero así es la vida a veces», comentó tras la derrota que deja a su equipo al borde de la eliminación.

Dentro de lo que cabe, los 12 puntos del exbaskonista Luis Scola suplieron la falta de anotación del jugador caribeño, pero eso resintió el poder reboteador y defensivo de los Pacers.

Lance Stephenson también vivió un partido de perros, incapaz de anotar una canasta hasta el último cuarto. El ala-pívot de Indiana dedicó sus esfuerzos en el trash talking -insultos y provocaciones, vaya- a LeBron James, pero en lugar de descentrar a su rival, lo único que consiguió fue descentrarse él.

Yao Ming, otro nombre que entra en la carrera para hacerse con los Clippers

Por ahora todo son rumores, por muy fuerte que suenen. La venta forzada a Donald Sterling de Los Angeles Clippers tiene en Yao Ming a otro de sus postulantes. «Todo es posible», dijo el exjugador de los Rockets en cuanto le preguntaron si su consorcio podría adquirir la franquicia.

«Hoy en día los deportes están globalizados, así que todo es posible, pero de momento no hay nada confirmado», destacaba Yao Ming, en declaraciones al diario «China Daily» tras una visita a un centro de formación deportiva bautizado con su nombre en Beijing.

A sus 33 años, la «Gran Muralla», el número 1 del draft de 2002 y primer jugador chino en causar un verdadero impacto en la NBA, es el dueño del club Shanghai Sharks de la liga de su país. Prematuramente retirado por múltiples lesiones en sus pies, su talento y movilidad de sus 228 centímetros hizo no solo que se ganara el título de «trabajador modelo» por parte del gobierno chino, sino que derribara toda clase de prejuicios y recelos hacia sus cualidades, ganándose el respeto de la NBA.

Este estatus ganado sobre el parqué confiere credibilidad a su posible entrada en lugar de Donald Sterling como dueño de los Clippers, ya que según informaba la cadena ESPN, varias de las empresas del exjugador se habrían mostrado interesadas en adquirir la franquicia californiana.

No le será fácil a Yao Ming, ya que enfrente tendrá a competidores de la talla de Magic Johnson, la presentadora Oprah Winfrey y varios empresarios de toda clase -entre ellos los boxeadores Óscar De la Hoya y Floyd Mayweather-. GARA