Joseba ITURRIA
Giro de Italia

Nairo Quintana sentencia la carrera con polémica

Se marchó en la bajada del Stelvio y logró la maglia rosa tras aventajar en Val Martello a Urán en 4.11.

Nairo Quintana provocó el vuelco en la general del Giro al marcharse por delante en la bajada del Stelvio y demostrar en la subida final a Val Martello que es el más fuerte. Ganó la etapa reina y sacó 4.11 a Urán y diez segundos extras de bonificación, lo que le permitió arrebatarle la maglia rosa y dejarle a 1.41.

Aunque quedan tres etapas muy duras, Quintana casi sentenció la general porque en un día muy duro por el recorrido y la climatología adversa se mostró recuperado de los problemas que le han mermado en las dos primeras semanas y se confirmó su línea ascendente y la descendente de los demás.

Además Quintana se mostró arropado por un gran equipo. Cinco de sus siete compañeros le ayudaron en la subida al Stelvio y en su bajada lo lanzaron por delante en medio de las dudas que se generaron tras un desconcierto provocado por la organización del Giro, que generó gran enfado entre los equipos de los corredores que entendieron que el descenso de la cima Coppi se había neutralizado.

Porque el cambio de mando en el Giro no se materializó en las tres duras subidas, sino en un polémico descenso del Stelvio. Desde el twitter oficial de la organización se anunció que la bajada iba a ser neutralizada, lo que aprovecharon algunos para cambiarse la ropa y otros para bajar con mucha tranquilidad. Pero no fue así y Quintana se marchó por delante con Rolland y Hesjedal, acompañados de dos vascos, Gorka Izagirre y Romain Sicard, que consiguieron distanciar en la bajada en dos minutos al grupo de Urán, Majka, Aru, Evans, Kelderman y Pozzovivo.

Gran etapa de los vascos

A partir de ahí empezó a bajar la diferencia hasta el minuto y medio con el trabajo de los gregarios de los líderes, sobre todo de Mikel Landa para Aru. Los cinco vascos supervivientes en el Giro, también Igor Antón y Castroviejo estuvieron con su líder en los dos primeros puertos, completaron una gran actuación en una etapa durísima.

Cuando acabó el trabajo de los gregarios en pleno ascenso de Val Martello, Nairo Quintana empezó a aumentar la diferencia porque por detrás era Rogers el que tiraba y perdía segundos de manera constante. El colombiano marcó un ritmo superior al del resto y se quedó en solitario en el último kilómetro para completar su exhibición por delante de Hesjedal y Rolland.

Por detrás Kelderman fue el más fuerte del grupo perseguidor, pero entre él y Urán apenas hubo 39 segundos. El que más cedió fue Evans, que va de más a menos. La gran diferencia estuvo entre Quintana y los demás. Porque está justificada la polémica por el descenso del Stelvio, pero en la subida a Val Martello metió más de dos minutos y medio a Rigoberto Urán, lo que unido al poder de su equipo invita a pensar que el Giro está sentenciado si no pasa nada raro hasta el domingo.

La etapa más esperada no resultó dura solo por los 4.319 metros de desnivel de sus tres puertos, ni por los 2.618 y 2.758 metros a los que se coronaban el Gavia y el Stelvio con nieve y temperaturas bajo cero. Además los corredores la endurecieron más porque desde la salida se marcó un ritmo exigente y apenas dieciocho ciclistas pasaron adelante en la primera cima.

Chalapud coronó en cabeza el Gavia y en la bajada y en los primeros kilómetros de ascensión del Stelvio se formó una escapada en la que entró el noveno de la general, Kiserlovski (Trek), junto a Chalapud y Pantano (Colombia), Vuillermoz y Dupont (Ag2r), Pellizotti y Rosa (Androni), Cataldo (Sky), Niemec (Lampre) y Geniez (FDJ).

Movistar, con seis de sus ocho corredores en cabeza, y Tinkoff marcaron el ritmo en la subida y acercaron al grupo principal a la fuga y cuando iban a unirse atacó Cataldo para pasar en cabeza por el Stelvio y empezar un descenso que dará mucho que hablar porque Movistar dejó a Nairo Quintana por delante mientras los demás bajaban sin asumir riesgos. Pero sin ese desconcierto, el colombiano habría dado el vuelco a la general. Es el más fuerte con diferencia.

Una etapa de transición antes de los tres últimos finales en alto

La decimoséptima etapa del Giro llevará hoy a los corredores desde Sarnonico a Vittorio Veneto, con 208 kilómetros de recorrido y tres puertos de cuarta que no presentan gran dureza, el último a 23 de la línea de meta.

Es la penúltima oportunidad para los sprinters si son capaces de anular la fuga que se pueda producir porque a partir de mañana se encadenarán las tres etapas que presentan los últimos finales en alto. Mañana se acaba en Valsugna (15,9 kilómetros al 7,9%) y el sábado en el Zoncolan (10,1 al 11,9 % de media con tramos al 22%). El viernes será clave la cronoescalada al Monte Grappa (19,3 al 8%). GARA