Nairo Quintana (Movistar) está a punto de convertirse en el primer sudamericano que gana el Giro. Tras cruzar la meta de la penúltima jornada, con final en el mítico Zoncolan, dijo lo esperado: «Me siento muy feliz. Era una jornada complicada, al ser la última oportunidad que tenían mis rivales más directos para recuperar tiempo, pero no lo han conseguido».

El virtual ganador de la ronda italiana quiso compartir gloria: «Tengo un gran equipo y lo hemos demostrado. No hemos tenido problemas para seguir la rueda de Urán, que era el gran rival y su equipo trabajó a fondo para cogernos en algún error».

Quintana, segundo en el pasado Tour, también tuvo buenas palabras para los aficionados: «Estoy a punto de lograr un triunfo muy importante para mi carrera y mi vida en un país maravilloso como es Italia donde los aficionados me han dado su apoyo en todo momento». Respecto al balance sobre lo sucedido en la carrera matizó: «En el equipo estamos todos felices. La primera semana fue dura debido a mi infección pulmonar. En algún momento sentí miedo de no estar en condiciones de lograr el objetivo que nos habíamos marcado. Sufrí bastante, pero afortunadamente me recuperé. Tengo la maglia rosa y bastante ventaja sobre mi compatriota Urán. Estamos muy cerca del triunfo, a un 99%. Solo resta una etapa que no parece complicada al ser llana y lo importante es que el equipo sigue fuerte para que podamos levantar los brazos de victoria al cruzar la última meta», matizó.

Michael Rogers (Tinkoff). El ganador de la etapa definió perfectamente su sensación. «Todas las victorias son hermosas, pero el Zoncolan es una montaña que se encuentra en la historia del ciclismo, en la del Giro. Para cualquier corredor esto es un sueño y un honor».

También explicó que siguió los consejos de su director de equipo Bjarne Riis, «que nos dijo que nos metiéramos los dos en la escapada. Nicolas Roche ha trabajado muy bien para mí. Teníamos muy poca información sobre las diferencias, no conocía el Zoncolan, pero....», concluyó.