Por las alpargatas del jotero Raimundo Lanas! ¡Qué bonito espectáculo contemplar esa masa en blanco y rojo que puebla nuestras calles durante las fiestas! Desde bebés hasta los más veteranos, el blanco es uno de los colores por antonomasia de estas jornadas desde hace unos 80 años. No está claro a quién podemos atribuir la creación de este elegante y distintivo uniforme sanferminero. Unos dicen que fue cosa de los carniceros que corrían el encierro en Santo Domingo, que salían de su establecimiento con la ropa de faena para ponerse delante de los toros y a continuación regresar al tajo. Otros aseguran que fue cosa de los mozos de la Peña La Veleta, que algunos eran pintores y decidieron utilizar el uniforme del curro para pringarlo un poco más con el vino sanferminero.

Pero yo me quedo con una tercera versión que me han comentado varios entendidos. De la misma manera que el pañuelo rojo representa la sangre derramada por San Fermín en el martirio cuando los paganos le cortaron la cabeza, el blanco que lo acompaña y enmarca representaría la pureza no solo del santo, sino de la legión de fieles seguidores con los que cuenta por estos lares, especialmente cuando llega su fiesta. Porque pocas cosas ponen la carne de gallina como salir a la calle de blanco impoluto y con la raya del pantalón bien planchada.