Hondarribia mantiene el paso firme y en la primera regata en aguas galaicas refuerza un poquito más su liderato. La «Ama Guadalupekoa» aventaja ya en nada menos que seis puntos a Orio, después de llevarse la Bandera de Moaña en una lucha cerrada con los «aguiluchos».

Como suele suceder en aguas atlánticas, el viento mediatizó por completo la regata, hasta el punto de que botes como Urdaibai se vieran muy perjudicados. La fuerza del viento fue decayendo conforme pasaban las diferentes tandas, siendo la «Bou Bizkaia» la mayor damnificada, justo el día en el que ingresaba en puntos positivos, aunque todavía ocupe la última plaza clasificatoria. Los de Bermeo solo pudieron ser quintos, y en la Bandera de Boiro no podrán bogar en la tanda de honor.

Como tampoco podrá bogar en esa tanda la embarcación de San Juan. Los de Pasai Donibane fueron los grandes derrotados en la tanda de honor de una prueba muy complicada, ya que los remeros debían pelearse contra el viento en los largos de ida y de regreso estaban en la imperiosa necesidad de aprovechar al máximo el oleaje. Eso provocó que muchos patrones decidieran darse «excursiones» por el campo de regateo, con desiguales resultados.

Hondarribia supo remar de atrás hacia delante ante un Orio que salió a toda máquina. La «Ama Guadalupekoa», que en primera instancia mantenía bajo control a Kaiku, aguantó el primer envite de los «aguiluchos», y aprovechaba las ciabogas -y las primeras paladas de los largos posteriores- para meter su proa. Orio, en cambio, mostró una remada más fresca que la de semanas atrás, sin precipitarse, de forma que mantuvo el pulso con su principal rival en la pelea por el liderato de la Liga San Miguel.

Pero Hondarribia afrontó mejor la última ciaboga, y en los metros finales del último largo adquirió toda la ventaja que necesitaba. Orio fue limando su desventaja conforme se acercaban a la meta, pero se quedó sin largo, mientras que la «Ama Guadalupekoa», describiendo una deriva a estribor, culminaba una regata que le otorga su cuarta bandera de la campaña.

Kaiku, única embarcación de todas los presentes que arriesgó con un largo final hacia babor, recortó un buen número de segundos a los dos primeros clasificados, pero aun así se quedó bien lejos del dúo cabecero. San Juan se vino abajo al final.

Triunfo gallego

Cabo Da Cruz y Tirán protagonizaron una segunda tanda bien atractiva. En el feudo de Tirán, Cabo puso su particular pica en Flandes, colándose de pleno derecho para la tanda de honor de este mediodía en Boiro -en su casa-, batiendo con todas las de la ley a su vecino, a pesar de que «O Pirata» volviera a deleitar a su gente con un último largo espectacular. La afición congregada en Moaña empujó a los suyos, pero no fue suficiente para doblegar a un Cabo da Cruz que dio un bonito salto en la clasificación general, llegando a la cuarta plaza, empatado con la embarcación de Tirán.

Los vizcainos de Portugalete y Zierbena se limitaron a cumplir el expediente en esta segunda tanda, incapaces de seguir el ritmo de las embarcaciones locales -la «Jarrillera» se descompuso en el último largo, mientras que los «galipos» no tuvieron su día-, mientras que Urdaibai fue el ganador prácticamente en solitario en la primera tanda.

Peleando con las peores condiciones de la mar, los «txos» entraron en puntos positivos, pero por la puerta de atrás. Incapaces de zafarse del marcaje de Astillero hasta el largo definitivo, los de Bermeo tuvieron que lidiar con demasiados rivales, empezando por sí mismos y por una climatología poco apta para los que gustan balsas de aceite. Pedreña y San Pedro, por su parte, entendieron que el de ayer tampoco iba a ser su día, de modo que abandonaron cualquier idea de hacer un buen puesto a partir del segundo largo. Astillero recibió al menos el premio de sacarle ventaja a San Pedro.