Beñat Intxausti no correrá la Vuelta, pero su baja no ha sido forzada o inesperada: «Por primera vez en varios años decidimos que este año haría solo una

carrera, el Tour». El año pasado logró una victoria de etapa en el Giro, fue 8º en la general e incluso vistió la 'maglia rosa'; y después ganó el Tour de Pekín.

«Este año, la primera parte de la temporada me tocó estar con los líderes, con Nairo en Tirreno-Adriático o con Alejandro en el País Vasco, y creo que hice un buen papel. Después me llegó la oportunidad en Romandía y creo que la aproveché, terminé 5º, sumando unos puntos muy interesantes, ya que, aparte de las 'grandes', uno de los objetivos del equipo es la clasificación del UCI World Tour».

La segunda fase de la temporada fue la preparación para el Tour. «La caída en el Dauphiné me trastocó los planes. Pero peor aún fue el resfriado en el Tour. Estuve cuatro días con fiebre, tomando antibióticos, y al final me quedé bastante tocado. Aun así pude ayudar al equipo, pero con la lástima de no haber podido terminar con Alejandro en el podio-, recuerda Intxausti.

La ronda gala parece que se ha convertido en una espina para él. «Llegaba con cierto respeto por lo que me pasó la última vez que corrí. Desgraciadamente no pude hacer el Tour que tenía en la cabeza y en las piernas».

Pese a este tropiezo, Intxausti terminó en buena forma y eso hizo que el equipo confiase en él: «Me dejaron correr Polonia en vez de Burgos como estaba previsto. Fue una pena, porque terminé dos etapas segundo tras Majka y 3º en la general».

Aunque ya sabía que no iba a correr la Vuelta confiesa que le da un poco de pena no estar en la salida, «ya que llevaba varios años corriéndola. Y además este año hay una participación de lujo. Pienso que tanto Nairo como Alejandro pueden estar luchando por la victoria, y creo que uno de los dos puede estar en el podio. Ojalá sea en lo más alto».

Intxausti ya tiene su mente en las próximas carreras: «Mi próximo objetivo es la de Canadá», en setiembre. Y se muestra seguro de sí mismo de que tiene que acudir a las próximas citas «como uno de los líderes».

Su año terminará nuevamente en Pekín en octubre, donde defiende su victoria de 2013. «Espero poder despedir el año con un buen sabor de boca. La temporada está siendo diferente, pero no considero que haya sido un paso atrás. Muy al contrario. En un equipo que tiene al mejor y al tercer corredor del mundo hay que trabajar, pero al mismo tiempo pienso que he sabido aprovechar las oportunidades que me han llegado».