Fue a mediados de los años 70 cuando triunfó internacionalmente la serie televisiva de animación, que respondía al estilo de anime japonés que por entonces estaba en boga. No obstante el personaje es genuinamente alemán, ya que fue creado por el escritor Waldemar Bonsels en 1912.

Desde entonces la imagen de la famosa abejita ha dado lugar a todo tipo de productos en el mercado de la juguetería y el entretenimiento infantiles, pero faltaba la película, que en esta ocasión ha sido hecha en coproducción con una compañía de animación australiana. Se ha querido combinar la ficción de cuento con la influencia visual de los documentales sobre la naturaleza realizados con fotografía macro, a fin de resaltar a los pequeños insectos.

Maya sigue con sus travesuras acompañada de su amigo Willy o el saltamontes Flip, sin que falten las hormigas-soldado. La aventura se desencadena a raíz del robo de la jalea real, y en la colmena no tardan en culpar por lo sucedido a Maya y su mala cabeza. Ella no tiene tan interiorizado el odio hacia a las avispas, a las que no ve como un potencial enemigo. En todo caso tratará de investigar el grado de implicación que las del avispero han tenido en el curso de los acontecimientos. La película pretende ser ante todo una colorida fiesta.