Aritz INTXUSTA

UPN de Eguesibar le pidió al cura facturas para regalarle 13.551 euros que «sobraban»

El párroco de Eguesibar giró tres facturas de 4.517 euros al Ayuntamiento gobernado por UPN por el alquiler de una salita de 20 metros cuadrados a instancias de la concejal Carolina Potau, que le invitó a hacerlo «porque sobraba dinero» en una partida de alquiler de locales.

El párroco de Sarriguren, Javier Ecay, compareció este lunes en la comisión de investigación que se sigue en el Ayuntamiento de Eguesibar por los pagos que realizó el Ayuntamiento (dirigido por Josetxo Andía con mayoría absoluta de UPN) del alquiler de la iglesia modular que se estableció provisionalmente. En su declaración, Ecay reveló que Carolina Potau (edil de UPN) le invitó a que emitiera facturas después de que los módulos se hubieran retirado «porque aún sobraba dinero en la partida presupuestada».

En total, la parroquia emitió tres facturas al Ayuntamiento. Ecay explicó ayer a GARA que esto se debía a la cesión que hacía el Arzobispado de una sala de unos veinte metros dentro de la nueva iglesia. Por cada mes, la parroquia facturó al Ayuntamiento 4.517,06 euros por la salita. Según el párroco todo entra dentro de la normalidad y justifica tan alto precio en que «había que abrir y cerrar» y existía cierto mantenimiento. En esas fechas (finales de 2009) el Ayuntamiento de la población de Sarriguren no estaba terminado y ésta era la única sala pública, por lo que hacía las veces de despacho municipal. Además, Ecay matiza que, aunque solo se giraron tres partidas, «la sala se usó durante un año y siete meses, por lo que un año y cuatro meses el Ayuntamiento la siguió utilizando sin pagar nada».

El origen de la polémica está en la implantación de la iglesia modular. Según relató Ecay a este periódico, él primero acudió a la sociedad pública Nasuinsa y logró que se le cediera una parcela de forma provisional. Sobre ella se instalaron unos módulos prefabricados y el párroco recurrió al Ayuntamiento a ver si estaban dispuestos a ayudarles con los gastos. Habló con el alcalde, Josetxo Andía, y este decidió correr con todos. Como ya explicó este periódico en agosto, esto ocurrió en 2006 y, desde mayo de ese año, la empresa Nuevo Sistema Modular (NSM) empezó a girar al ayuntamiento facturas por valor de 4.517,06 euros al Ayuntamiento. En esas facturas aparecen los conceptos (Nave central, varios módulos NSM-Plus, dos Shining, etc) que corresponden tanto a la iglesia modular como a una casa parroquial. El Ayuntamiento de UPN abonó todos los gastos hasta setiembre de 2009 (inclusive), que es cuando se inauguró la iglesia definitiva.

En total, fueron 189.716,52 euros los que el Ayuntamiento pagó a NSM. Fuentes jurídicas consultadas por GARA consideran que se trata de una subvención encubierta, dado que el gasto se recogía en una partida genérica que llevaba por nombre «Alquiler Locales Ayuntamiento» cuyo destino final se consiguió gracias a la comisión de investigación que a día de hoy continúa con sus indagaciones sobre la etapa de Andía.

Una vez retirados los módulos, Ecay habló con Potau y esta le indicó que aún «sobraban» fondos en esa partida municipal para «alquiler de locales» y que le invitó a que emitiera facturas hasta agotarla. El párroco confirma que fue él quien elaboró las facturas, aunque no pudo dar una explicación clara sobre por qué la cuantía era la misma que la de NSM. Eso sí, confirmó que en los meses en los que él emitía directamente la factura, los módulos ya no estaban. Por tanto, el destino final de esos 13.551,18 euros solo lo sabe el propio Ecay.

Pozo de corrupción sin fondo

Los continuos escándalos de corrupción en Eguesibar, un valle pegado a Iruñea donde se encuentran la mayoría de las barriadas de lujo, motivaron la caída del gobierno de UPN, tras perder el apoyo del PSN. La oposición lleva años trabajando en una comisión de investigación que ha detectado ya centenares de irregularidades que han sido trasladadas puntualmente a los tribunales de Agoitz. El caso lleva allí atascado casi tres años, sin que se haya sabido de ningún avance.

El escándalo de corrupción se ha llevado por delante a Andía, que ha sido apartado del partido, así como a la concejal Carolina Potau. Andía cayó en desgracia después de que comprara con dinero público preferentes de la Catalunya Caixa, entidad de la que era trabajador en excedencia. Se gastó 100.000 euros y eso supuso una pérdida neta de 67.000 para las arcas públicas. En esa operación también participó en calidad de gestor otro concejal de Eguesibar por UPN, Ángel Jiménez, al que se pudo ver en la cena de Cadreita en la que Barcina se autoproclamó candidata.

Conseguir que el PSN cambiara el rumbo y decidiera apoyar un gobierno alternativo, dirigido por NaBai en la localidad fue difícil y costó varios años de un escándalo tras otro. De hecho, la líder del PSN en Eguesibar era María Chivite (hoy portavoz del PSOE en el Senado y candidata de la línea oficial a sustituir a Roberto Jiménez). Chivite dimitió del cargo antes de verse obligada a votar con Bildu para echar a Andía del poder.

Pago encubierto

El pago de esas cantidades a la Iglesia, así como la cesión anterior del uso de los módulos, podrían considerarse como subvenciones encubiertas y el Ayuntamiento puede reclamar el dinero.