Menos alta montaña y más tensión para el próximo Giro
La 98ª edición de la ronda italiana tendrá seis llegadas en alto y tres etapas de más de 200 kilómetros.

La edición de 2015 del Giro, que comenzará el próximo 9 de mayo en la región de Liguria, muestra un recorrido con menos alta montaña que de costumbre para privilegiar una carrera llena de sobresaltos hasta la llegada el 31 de mayo a Milán.
El trazado de la 98º edición de la ronda italiana -en la que se decidirá el sucesor del colombiano Nairo Quintana, ganador este año y que ya anunció su intención de no participar en el próximo- se desveló ayer en Milán con la presencia de varias de las estrellas del pelotón como Alberto Contador, Cadel Evans o el reciente campeón del mundo Michal Kwiatkowski. El Giro regresará al Abetone, la montaña del 'campionissimo' Gino Bartali, y a Madonna di Campiglio, la estación de esquí que marcó el comienzo de los problemas para Marco Pantani -excluido de la prueba de 1999 por dopaje-.
La tercera y última semana, esencialmente por las montañas del Piamonte y del Valle de Aoste, se presenta decisiva. Pero los escaladores, entre los que Contador ya ha confirmado su participación, deben tener cuidado por las trampas que se encontrarán en las jornadas anteriores, sobre todo en las primeras, cerca del mar de Liguria (La Spezia).
La prueba, sin muchos tramos tranquilos, contará con siete etapas que a priori están destinadas a decidirse al sprint.
En la segunda semana, el pelotón tomará rumbo al norte, finalizando con una contrarreloj individual de 59,2 kms en el Veneto (Treviso-Valdobbiadene), la más larga desde que el Giro cumplió 100 años en 2009, cuando se corrieron 61,7 ascendiendo Madonna di Campiglio.
Varias ascensiones prestigiosas están programadas para la tercera semana. Entre ellas el durísimo Mortirolo para alcanzar Aprica en la 16ª etapa, en la víspera de la incursión a Suiza con llegada a Lugano. Para la antepenúltima etapa (19ª) quedan las cimas de Saint-Barthélémy y Saint-Pantaléon, en un recorrido de 236 kilómetros que finaliza en Cervinia, a los pies del mítico Cervino, una de las grandes montañas de Los Alpes (4.478 metros de altitud).
El penúltimo día los ciclistas irán de Saint-Vincent a Sestriere, por una camino de tierra que ya fue decisivo en la edición de 2005. La última etapa, de reconocimiento al ganador, se desarrollará entre Turín y Milán, sede de la Expo 2015.
Para privilegiar una carrera llena de sobresaltos, la organización ha limitado a tres el número de etapas con más de 200 kilómetros y los desplazamientos serán muy inferiores a los de los últimos años en la carrera 'rosa'.
Seis llegadas en alto (Abetone, Campitello Matese, Madonna di Campiglio, Aprica, Cervinia y Sestrière), pero ningún puerto por encima de los 2.200 metros -ni Gavia ni Stelvio este año- dan el carácter montañoso a un Giro que se presume más movido que en anteriores cursos.
«La edición de 2015 va a ser muy difícil, por la combinación de etapas arduas desde el inicio hasta las altas montañas de la última semana», afirmó ayer el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), el británico Brian Cookson, durante la presentación del recorrido de una de las grandes del ciclismo.
A Contador le gusta el recorrido
Alberto Contador destacó desde Milán que es un Giro diferente a los que ha corrido antes, «con una crono que hacía tiempo que no se veía, un poco atípica. El recorrido me gusta, conviene a los ciclistas con un estilo agresivo, aunque habrá que ver porque depende mucho de la meteorología y de la manera que se corra», señaló.
Para el madrileño los finales en alto «marcarán la carrera. No hay tantos puertos con rampas imposibles, aunque quedan algunos importantes como el Mortirolo. Es un Giro bastante compensado, tal vez algo menos duro que en otras ocasiones», añadió el de Pinto que se ha planteado correr Giro y Tour en 2015, un doblete «realmente difícil».

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