«Vengo preparado» fueron las primeras palabras del zornotzarra Xabi Etxeita durante su presentación, a primeros de julio de 2013, en Ibaigane. En la primera lista de Ernesto Valverde, en Valladolid, fue el único disponible que no entró en la convocatoria. Desde entonces, el central llegado del Elche y pasado rojiblanco apenas ha contado para el técnico. Hasta ahora. Con los dos últimos partidos completos ha jugado más que en toda la campaña pasada, como él mismo se encargó de valorar a la finalización de la victoria ante el Almería, con gol suyo, y todo apunta a que volverá a ser de la partida ante el Sevilla. Será ahora cuando Etxeita tenga que demostrar que está preparado, porque con permiso de las maltrechas rodillas de Gurpegi o de su compañero Mikel San José, el de Zornotza tiene esa oportunidad que no siempre se presenta, esa que habla de estar en el sitio exacto y en el momento adecuado. Y Xabi lo está. Ahora tiene que aprovecharlo. De él depende.

Ilusionado, como el niño que un día entra por primera vez a Lezama, Etxeita regresó a Bilbo. Un sueño hecho realidad. Con más experiencia, con más confianza, sostuvo en su presentación. Una madurez puesta a prueba durante meses, muchos, demasiados. Valverde le pedía cosas y él parecía no dárselas.

Esa primera campaña la cerró con unos pírricos 186 minutos, solo por delante de Albizua, Ekiza e Iñigo Pérez. Incluso antes, ese invierno, se habló de que podría salir cedido. «He optado por dar continuidad a Laporte y Gurpegi; ambos hacen una buena pareja: combinamos la veteranía con un jugador joven más fuerte como Laporte. En la defensa no me gusta hacer cambios», fue la explicación de Txingurri a los pocos minutos de los otros centrales como él.

La temporada acabó felizmente para el Athletic, pero él era uno de los rostros amargos y solo los elogios tras su titularidad ante el Levante sostuvieron su ánimo. «No había jugado un minuto en toda la temporada y ha dado una nota altísima», regaló a sus oídos su entrenador. Pero el mejor halago, el del veterano Aduriz: «Xabi ha sido un ejemplo para todos. Ha demostrado que con gente así se hacen los equipos buenos. Gente como Xabi y otros que están en la sombra y no juegan tanto son los que, con su trabajo diario, consiguen que estemos arriba. Es fundamental que todos tengamos esa disposición. Los que juegan habitualmente no necesitan buscar otra motivación, pero lo difícil es estar sin jugar un minuto y con buena actitud en el día a día. Está claro que en ese aspecto nosotros tenemos un equipazo». Un poco de luz al final del túnel.

El viernes cumple 27 años

El jugador negaba que se le hubiera pasado por la cabeza volver a hacer las maletas. Le costó mucho estar aquí de nuevo y no iba a tirar la toalla. Nuevo curso, empezar de cero. «Debo estar preparado para cuando me toque jugar y hacerlo lo mejor posible y tener la confianza del entrenador», insistió allá por agosto en plena pretemporada, participando en los amistosos. Con tres competiciones, podría tener sus minutos. Pero seguía sin convencer lo suficiente a su técnico.

Nada cambió, más allá de una titularidad puntual en el revolucionario once del 0-1 ante el Granada y quince minutos en medio del naufragio del Bernabéu. Pero la irregularidad del equipo y las maltrechas rodillas de Gurpegi le abrieron, por sorpresa, las puertas al once. Se estrenó en Oporto y no lo hizo mal, con el capitán en el banquillo. Repitió ante el Almería y fue el mejor, tres puntos incluidos. Jugaba poco, pero cuando le tocó, no lo extrañó. Y nadie duda de que Valverde le dará su confianza frente a la peligrosa pólvora del Sevilla. Si Etxeita cumple con nota, que a nadie le extrañe que se consolide en ese eje de la zaga haciendo dupla con Laporte. Ya lleva 198 minutos. Pura estadística. La otra indica que Gurpegi podría estar ante su última campaña, y que el Athletic necesitará un central titular. Quizá él.

Este viernes, Xabi cumple 27 años. La edad de la madurez para un futbolista. Está ante su gran oportunidad. Él lo sabe. También su técnico. «Puedo ser un jugador valioso para este Athletic», sostenía al ser entrevistado en noviembre de 2013. Toca demostrarlo. El tren vuelve a pasar y debe cogerlo. Bien por él y bien por el Athletic.